Ribó ha señalado en su cuenta de Twitter que las autoridades sanitarias del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Sanidad les han comunicado la decisión de suspender las Fallas de 2020 debido al coronavirus COVID-19, y señala que buscarán una alternativa.
El alcalde considera que lo primero debe ser la seguridad de las personas, atendiendo «siempre a criterios técnicos y científicos».
Por su parte, la vicealcaldesa Sandra Gómez (PSPV) ha afirmado que las personas que han tomado la decisión «son conscientes de las ilusiones que estaban en juego y del importante impacto económico» de las Fallas, pero «salvaguardar la vida de las personas más vulnerables al virus es una razón suficiente» que seguro comparten todos.
La vicealcaldesa aclara que las Fallas de 2020 «no se suspenden, se aplazan hasta que sea posible celebrarlas con seguridad», e insiste en que harán todo lo posible desde las instituciones para que el impacto «sea el mínimo posible, ofreciendo ayudas y soluciones para que todo el sector pueda organizarse».
La portavoz del grupo municipal popular, María José Catalá, ha afirmado que «la salud pública es lo más importante» y que es «fundamental» proteger a los ciudadanos aunque haya que hacer «grandes sacrificios». Afirma que comprende la decisión de aplazar, aunque opina que «las medidas llegan tarde».
Catalá ha exigido a Ribó más información y más comunicación con la oposición, «y conocer los términos» en que se va a producir ese aplazamiento, y ha pedido al Ayuntamiento y al Consell «medidas urgentes» para paliar los efectos de esta decisión.
El portavoz del grupo Ciudadanos, Fernando Giner, ha transmitido su tristeza por el aplazamiento de la fiesta «más emblemática» de los valencianos, pero «la salud de todos es lo primero».
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