En el escrito, el colectivo reclama al Gobierno que adopte «medidas urgentes» para garantizar ese suministro y recuerda que en Huelva hay 49 asentamientos chabolistas, principalmente en Lepe, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera, habitados en su mayoría por trabajadores agrícolas migrantes de origen subsahariano.
«En ninguno de estos asentamientos hay acceso directo al agua potable ni a la energía a pesar de que las redes de distribución se encuentren a escasos metros en la mayoría de los casos y tampoco hay ningún tipo de red de saneamientos, ni recogida de basuras; estas condiciones hacen que desde el punto de vista higiénico sanitario, haya grandes riesgos para la salud en condiciones normales y en una crisis sanitaria como la actual los riesgos se multiplican», han advertido.
Entienden desde el colectivo que «la higiene de mínimos no está garantizada en estos asentamientos chabolistas de Huelva al carecer de cualquier tipo de suministro de agua sea estable u ocasional, teniendo sus residentes que desplazarse varios kilómetros para poder acceder a ella para cubrir sus necesidades básicas».
Esta carencia, «expone a estas personas a un alto riesgo de contagio en el contexto de la actual pandemia y supone así mismo una situación de potencial creación de un foco infeccioso».
Asimismo, se solicitan otras medidas complementarias encaminadas a aminorar este riesgo de contagio tales como la limpieza de las zonas en las que se encuentran los asentamientos y la instalación de contenedores o cubas en los asentamientos.
A estas se suman, la instalación de aseos-baños en los campos de trabajo; la creación de módulos de vivienda dignos cerca de los pueblos y de comedores en las empresas grandes; el establecimiento de transporte entre los campos y los pueblos y la elaboración de Protocolos de Emergencia contra incendios.
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