Ha sido «un viaje normal, como cualquier otro», han relatado algunos de sus ocupantes al pisar a primera hora el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, deseosos de volver a sus casas tras ver cómo se cancelaba el vuelo que debía haberlos traído el pasado domingo.
✈️⚓️Entre los viajeros se encuentran 37 científicos del Buque de Investigación Oceanográfico Hespérides @CSIC.
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— Exteriores (@MAECgob) March 28, 2020
Provistos de mascarillas y guantes, algunos incluso con gafas de buceo como medida de protección, se trata en su mayoría de ciudadanos españoles o residentes, aunque entre los pasajeros también había europeos que aún deben enlazar con otros vuelos para regresar a sus residencias, en un esfuerzo conjunto con sus gobiernos y la Unión Europea.
Ha sido un viaje de regreso especialmente largo para 37 de ellos, técnicos y militares que son los últimos ocupantes de las bases Gabriel de Castilla y Juan Carlos I que España posee en la Antártida para estudios científicos y que son los encargados de recoger el material una vez concluye el verano austral.
«Cerramos las bases casi una semana antes de lo previsto por el cierre de fronteras en Argentina y Chile. Con el apoyo del buque Hespérides fuimos hasta Ushuaia, en Argentina, donde teníamos previsto coger un vuelo, pero las fronteras ya estaban cerradas allí y no pudimos desembarcar», cuenta uno de los pasajeros, el comandante del Ejército de Tierra Joaquín Núñez.
Tras abastecerse de alimentos y combustible, el Hespérides, el buque de investigación oceanográfica de la Armada Española que presta apoyo logístico y de mantenimiento a esas bases desde 1991, volvió a emprender viaje hacia Santos (Brasil) para intentar tomar un avión en Sao Paulo.
«Pero gracias las gestiones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Embajada en Uruguay, en el trayecto salió la oportunidad de este vuelo coordinado con Iberia para repatriar a todos los españoles que están allí», ha contado el militar.
A su llegada a Uruguay, un autobús escoltado por la Policía los condujo hasta el aeropuerto.
«En ningún momento hemos pisado la capital, pero desde el autobús hemos visto más naturalidad de lo que hemos visto aquí por televisión. Ya al llegar al aeropuerto sí nos hemos dado cuenta de que éramos el único vuelo que había y que todo el personal de cabina se veía más concienciado con mascarillas y guantes y con otras medidas», ha señalado.
El vuelo en el que estos más de 200 pasajeros han regresado a Madrid se inscribe en los esfuerzos que han hecho posible que cerca de 2.000 turistas españoles hayan logrado retornar ya al país gracias a la coordinación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación con otros Gobiernos.
Estrella Digital