En declaraciones a RNE, López del Pozo ha explicado que la capacidad sanitaria militar está normalmente pensada y adaptada a las operaciones en el exterior, pero ha añadido que la sanidad en territorio nacional es también parte de ella.
«Es parte también del despliegue operativo sanitario y está ahora totalmente volcada», ha indicado el teniente general, y ha explicado que son casi 3.000 efectivos trabajando entre los que forman parte de los hospitales militares Gómez Ulla, en Madrid, y Zaragoza, así como en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa.
El teniente general ha reconocido que dentro de la operación Balmis de lucha contra el virus está siendo «muy duro» el trabajo de retirada de cadáveres, que empezó haciendo la Unidad Militar de Emergencia (UME) pero que ahora realizan también militares de otros ejércitos.
«Allá donde vemos demanda estamos haciendo crecer la capacidad, el Ejército de Tierra está creando pequeñas unidades para apoyar a la UME en esta gestión del traslado de cadáveres, que efectivamente es dura y necesita técnica, y luego necesita tratamiento del personal que lo hace», ha dicho.
Compartimos con vosotros estas imágenes de una semana de lucha contra el #COVID19
Todos los componentes de las Fuerzas Armadas están 24/7 trabajando por y para ti#EsteVirusLoParamosUnidos #QuédateEnCasa pic.twitter.com/mZDuwFfRHN— Ministerio Defensa (@Defensagob) March 29, 2020
Y respecto a los medios de protección de los militares, ha asegurado que la consigna es que «si no se tiene material, en principio no se entra».
«Hay siempre un punto de heroísmo, de ir más allá, que puede romper esto, pero la norma es que si no se tiene material no se hace la actividad», ha añadido.
Estrella Digital