Será en las reuniones que ese día celebrarán la Junta de Portavoces y la Mesa del Senado, una vez que el requerimiento de este grupo parlamentario ha sido registrado para su análisis por parte de las demás formaciones de la Cámara, han confirmado fuentes del Senado.
En concreto, Izquierda Confederal ha pedido que la Junta de Portavoces celebre una reunión telemática para buscar un consenso sobre «medidas de ajuste» en los emolumentos que reciben los 265 senadores para que parte de esos fondos puedan llegar a la sanidad pública, volcada en la lucha contra la pandemia.
Componen este grupo seis senadores de otras tantas formaciones de izquierdas: Adelante Andalucía, Geroa Bai, Compromís, Més per Mallorca, En Comú Podem y Más Madrid.
Por ahora su petición ha sido la única formalizada en el Senado respecto a un asunto que ha generado un intenso debate político, especialmente en el Congreso, que también tiene previsto estudiar posibles soluciones a unas demandas que, debido a las peculiaridades del trabajo parlamentario, son difíciles de resolver.
Porque, tal y como recuerdan fuentes parlamentarias del Senado, las asignaciones constitucionales de los senadores no son un salario como tal, ya que su régimen no es el de un trabajador por cuenta ajena y jurídicamente resultaría muy complicado que la Mesa les obligara a ceder parte de ellas, aunque fuera temporalmente.
Es decir, que la vía más factible es la donación voluntaria, que es por la que están optando ahora partidos como el PSOE, el PP o Ciudadanos; los diputados de Unidas Podemos siempre ceden parte del dinero que reciben del Congreso y ahora han pedido a todos los demás que entreguen la mitad de lo que cobran.
Y en cuanto al ahorro en transporte y dietas por viajes oficiales que supone la suspensión de actividades por el estado de alarma, el PSOE, como grupo mayoritario del Senado, ha propuesto compensar cuando se vuelva a la actividad aquellas sesiones no celebradas, así que estos gastos sí podrían ocasionarse finalmente.
Todas estas cuestiones son las que se debatirán en la reunión telemática de la Junta de Portavoces que la presidenta Pilar Llop convocará para el próximo 14 de abril, a la que seguirá otra de la Mesa, el órgano al que en último término le corresponde tomar las decisiones sobre el régimen retributivo de los senadores.
En función de este régimen económico todos los senadores reciben una asignación constitucional bruta (la prevista en la Carta Magna) de 3.050,66 euros mensuales en 14 pagas, sujetas a tributación.
A esta cantidad se suman otras variables por razón del cargo que ocupan, desde la presidenta de la Cámara a los demás miembros de la Mesa, los portavoces de los grupos y los portavoces de comisión.
Independientemente de estos complementos, todos los senadores de circunscripciones de fuera de Madrid cobran 1.985,02 euros más mensuales en 14 pagas, que bajan a 933,78 para los de Madrid; están exentas de tributación.
Otra cosa son los gastos de transporte colectivo sufragados por el Senado para el desempeño de su actividad parlamentaria.
Los billetes de tren, avión o autobús son reembolsados tras presentación de factura o abonados directamente por la Cámara, que a su vez paga 150 euros en dietas diarias a los senadores que viajen al extranjero en «misión oficial» y 120 a los que lo hagan dentro de España. La asistencia a plenos y comisiones no tiene dietas.
El Senado también les paga una tarjeta-taxi con un crédito máximo anual de 3.000 euros para cubrir sus desplazamientos dentro de la Comunidad de Madrid.
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