Más de 900 muertos por segundo día consecutivo, 10.935 en total. 117.710 contagiados, muy cerca ya de Italia, con la tasa más baja hasta ahora (6,7 %). 56.367 hospitalizados y más de 6.400 personas en la UCI, con un ritmo de ingresos levemente superior al de ayer (5,3 %). El segundo país del mundo por enfermos curados con 30.513 y 3.770 nuevas altas. Estos son los datos de la pandemia en España este viernes, en el que se comienza a dar por hecho una nueva prórroga del estado de alarma.
Se mantienen los decesos (932) por encima de los 800 desde hace una semana, aunque retroceden por primera vez en cuatro días, tras registrarse ayer el máximo (950). La tasa de contagios detectados (7.472) sigue bajando, pese a que se hacen más test. Se estabiliza tanto el número de pacientes hospitalizados como el de ingresados en las ucis. Las personas dadas de alta son ya el 26 % de las contagiados. Este es un análisis de los datos.
El número de fallecidos remite, según los expertos, a la situación de la pandemia de hace al menos tres semanas y puede que no sea lo suficientemente exhaustivo. Los contagiados representan, a tenor de la mayoría de modelos estadísticos, la punta de un iceberg que esos mismos modelos sitúan entre dos y siete millones de personas. La situación de los cuidados intensivos pende de notificaciones ambiguas. Este es el contexto de los datos analizados.
LA SEMANA DE LA ESTABILIZACIÓN
Con todas esas dudas e incógnitas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha dado por cumplido el objetivo que el Gobierno se había marcado para esta “dura semana”, pasar de la fase de estabilización a la de ralentización, pese a la escalada del número de muertos, que todo apunta a que seguirá siendo una constante aún durante muchos días, como se está viendo en el punto de referencia inmediato que es Italia, donde los fallecidos siguen diariamente por encima de los 700.
«El objetivo que nos habíamos fijado en esta dura semana de ralentización de los contagios se ha cumplido, pensamos que está al alcance de la mano y que podemos darlo por cumplido», ha dicho el ministro, quien ha destacado que también se ha podido consolidar un suministro regular de equipos de protección, test y respiradores, además de promover su producción en España a través de una firma de Móstoles y la automovilística Seat.
«Esta semana hemos visto una llegada diaria de productos básicamente provenientes de China» por los que España ha pagado 800 millones de euros, ha recalcado Illa, que ha reconocido «problemas logísticos» en su salida del país asiático, que, según ha precisado, ya «se han ido solventando».
El ministro, además, ha dejado abierta la posibilidad de que el Gobierno recomiende a toda la población el uso generalizado de mascarillas para evitar contagios. «Probablemente es una de las medidas que vamos a recomendar, pero no quiero anticipar nada hasta que lo tengamos decidido y lo podamos comunicar», ha dicho.
PUNTO CRÍTICO
Otra de las prioridades esta semana era la de impedir el colapso de las ucis, sobre lo que han hecho especial hincapié los portavoces del Ministerio de Sanidad al comentar el parte diario sobre la evolución de la pandemia, en el que por primera ver se especificaba en el cuadro por comunidades autónomas los datos de prevalencia (personas a día de hoy) en lugar del total de ingresados a lo largo del periodo de notificación sobre los cuidados intensivos.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha indicado que se está consiguiendo el reto de llegar a comienzos de la semana que viene sin que se hayan saturado las ucis, que en los próximos diez días está previsto que alcancen su punto crítico.
“Aunque es verdad que sigue habiendo zonas con un estrés muy importante, lo cierto es que las tendencias indican que el objetivo poco a poco se va consiguiendo», ha señalado Simón, tras conocerse que, pese a haber aumentado ligeramente sobre el día de ayer (del 3,7 al 5,3 %) el número de ingresados en estas unidades, se había producido un descenso en Madrid, con 22 ocupaciones menos.
También es significativo el caso del País Vasco, cuyas autoridades sanitarias han comunicado que no hay peligro de que sus ucis se colapsen y han ofrecido camas en estas unidades a provincias como Soria, que se encuentra en situación límite.
ESTADO DE ALARMA
En este contexto, el Gobierno ha comenzado a estudiar una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 26 y las condiciones en las que la plantearía al Congreso, de lo que tiene previsto hablar este sábado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con los líderes de los partidos de la oposición.
El ministro de Sanidad ha explicado este viernes que Sánchez mantendrá mañana una reunión con el Comité Científico, a continuación otra con el Comité Técnico de Gestión de la crisis del coronavirus y, posteriormente, hablará con los dirigentes de las formaciones parlamentarias. El domingo volverá a tener un encuentro telemático con los presidentes autonómicos.
El Congreso deberá celebrar un pleno para debatir esta solicitud del Gobierno, lo que previsiblemente sucederá después del 7 de abril, ya que ese día se han convocado reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces, los órganos que definen los órdenes del día de las sesiones plenarias.
INMUNIDAD Y VACUNAS
Mientras la epidemia sigue su curso, los científicos tratan de determinar el comportamiento del virus en los próximos meses y, sin que haya consenso, la mayoría apunta a que el calor que aumentará en las semanas venideras en el hemisferio norte contribuirá a reducir los contagios a razón de un 4 por ciento por cada grado, según el principal estudio al respecto hecho en China.
Tampoco hay unanimidad sobre la inmunidad que se desarrolla frente al virus, aunque los cálculos de los principales especialistas la sitúan entre uno y tres años, tiempo que se considera suficiente para que esté desarrollada una vacuna efectiva de entre la treintena de proyectos que se llevan a cabo en estos momentos en el mundo, entre ellos uno de la Universidad de Pittsburg, que ha obtenido prometedores resultados en ratones.
La inmunidad la consideran clave los epidemiólogos y los expertos en salud pública para hacer frente a la salida de los confinamientos y hay algunos proyectos en estudio como el de dotar a los ciudadanos inmunes de un pasaporte inmunológico para que sean los primeros que rompan el aislamiento.
Estrella Digital