Así lo ha explicado este lunes en rueda de prensa el jefe de la Guardia Urbana, el intendente mayor Pedro Velázquez, que ha resaltado también la reducción de un 90 % de los accidentes de tráfico de la ciudad con motivo del estado de alarma.
Velázquez ha detallado que entre los hechos delictivos que más se han cometido desde la entrada en vigor del estado de alarma se encuentran los robos con fuerza e intimidación en comercios, vehículos y los hurtos también en comercios de la ciudad que permanecen abiertos.
La Guardia Urbana sí que ha registrado un aumento en las llamadas por motivos de convivencia, relacionadas en su mayoría con «ruidos» de «música y obras» y también denuncias ciudadanas desde sus balcones al ver personas circulando por las calles.
En la misma rueda de prensa, el director de los Bomberos de Barcelona, Sebastià Massagué, ha explicado que el cuerpo ha doblado sus infraestructuras al pasar de 6 parques a 11 con el fin de evitar contagios entre los propios bomberos.
En lo que respecta a las actuaciones, Massagué ha destacado que ha habido un incremento de las intervenciones del cuerpo en tareas de salvamento en viviendas.
Por otro lado, la cifra de agentes de la Guardia Urbana con sintomatología de COVID-19 es de 121, mientras que hay otros 366 que están aislados.
La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha ensalzado la labor de ambos cuerpos, los cuales «trabajan desde la proximidad y son muy valiosos para la ciudadanía».
Mantienen un «vínculo especial» con los barceloneses y juegan «un papel muy relevante» en estos momentos de «cambios e incertidumbre», ha afirmado.
La primera edil ha llamado asimismo a la ciudadanía a «seguir con este esfuerzo de confinamiento», que es «la principal estrategia colectiva para frenar la ola de contagios».
Un confinamiento que «habrá que mantener hasta finales de abril» y ante el que no vale «relajación» ninguna si no se quiere echar a perder lo logrado hasta la fecha.
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