Así lo ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa telemática que ha dado en la tarde de este sábado, una cita en la que ha reconocido que se ha conseguido «lo más difícil y duro» gracias a «la responsabilidad y a la disciplina social de todos los españoles».
«Hemos dejado atrás los momentos más extremos y hemos contenido la embestida brutal de la epidemia, con sacrificio, resistencia y con moral de victoria, como hemos venido diciendo estas semanas», ha valorado.
Pero estos logros, según ha puntualizado, «son insuficientes y son sobre todo frágiles» por lo que no se pueden «poner en riesgo con decisiones precipitadas»: «Tenemos que lograr mayores avances antes de entrar en la segunda fase y levantar el confinamiento general y comenzar la desescalada, la transición hacia esa nueva normalidad», ha matizado.
En este sentido, Sánchez ha enumerado las seis pautas que la Organización Mundial de la Salud dice que hay que cumplir para llegar a la «normalidad».
En primer lugar, ha enumerado el presidente del Gobierno, en relación con la transmisión, tendrán que estar «controlados e identificadas los afectados». «Caminamos en la dirección adecuada para lograrlo», ha añadido.
A esta primera medida le sigue la obligación de que el sistema de salud esté «en condiciones de detectar con tests cada caso de infección» para que cada nuevo infectado pueda que «ser aislado» y se pueda advertir a las personas a las que pudiera haber contagiado.
«Hemos realizado casi un millón de test TCR, y hemos suministrado dos millones de test rápidos a las comunidades autónomas para desarrollarlos en aquellos lugares donde pueda haber un potencial contagio, como hospitales o residencias de mayores. Hemos duplicado los tests diarios, de 20.000 a 40.000 diarios para alcanzar este objetivo de la OMS», ha informado.
También, según la OMS, España deberá «tener bajo control» los lugares con un mayor riesgo de infección y máxima vulnerabilidad (hospitales, residencias…).
En cuarto lugar, según ha ido enumerando Sánchez, se deberá implantar un sistema de control de personas procedentes de otras zonas para evitar nuevos contagios importados; y la quinta pauta se refiere al deber de España de «establecer estrictas medidas preventivas en centros de trabajo y en lugares formativos como los centros educativos».
Una tarea que Sánchez ha dicho que el gobierno hará «de la mano» de los agentes sociales y con las comunidades autónomas, en lo referente a los centros educativos.
Por último, la población española «finalmente» deberá disponer de una «información completa», así como tendrá que estar «comprometida» con las reglas de higiene y la distancia social.
«Esto ya lo hacemos y es el compromiso de la sociedad española, que está siendo ejemplar. No tengo duda de que vamos a conseguir los objetivos marcados y vamos a seguir cumpliendo con esa disciplina social. Hoy por hoy estamos en la senda del cumplimiento de estas obligaciones, y no es posible levantar las medidas y pasar a la fase dos de desescalada», ha afirmado.
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