Así lo han indicado fuentes de ese departamento, que han resaltado que estos escenarios en que trabaja Protección Civil de la Generalitat intentan tenerlo todo a punto por si, llegado el caso, el Gobierno acepta las propuestas que le vaya planteando la administración catalana para un desconfinamiento gradual que lleve progresivamente a una nueva normalidad tras el impacto del coronavirus.
Según las fuentes, Protección Civil, con la ayuda de técnicos de distintos ámbitos y en permanente contacto con el equipo liderado por el asesor del Govern en esta crisis, el epidemiólogo Oriol Mitjà, está previendo cómo podría ser la salida del confinamiento, siempre de forma gradual, y su impacto en aspectos que van desde la máxima concreción hasta los más genéricos, para definir desde cómo podrán abrir las zapaterías hasta qué pasará en verano con las playas o las fiestas mayores.
Una vez que el Gobierno se ha mostrado favorable a que salgan los menores, los técnicos de Protección Civil ven prioritario que los siguientes en poderse beneficiar de salidas puntuales sean parados, trabajadores afectados por un ERTE o teletrabajadores, así como deportistas, intentando siempre buscar distintas franjas horarias para que no coincidan en un mismo espacio.
También se estudian vías para facilitar las salidas de personas que no pueden abandonar su casa para ir a comprar ni a trabajar, como las que tienen una movilidad reducida o algún tipo de disminución.
Los técnicos de Protección Civil están evaluando además las distintas opciones para la reapertura del comercio, para que, cuando la autorice el Gobierno, se disponga ya de protocolos preparados para establecer qué tipos de locales deberían ser los primeros, en qué condiciones y con qué tipo de espacio.
Uno de los escenarios en que trabajan es que primero podrían abrir los comercios más pequeños y de servicios necesarios -como peluquerías y zapaterías-, con controles de aforo y algunas limitaciones de espacio, y posteriormente las de mayor tamaño.
Respecto a los bares, se contempla la previsión de que cuando abran lo hagan con su capacidad reducida a un tercio.
Además, una de las variables que prevé Protección Civil, según las fuentes, es adaptar la situación en función de las características propias de cada municipio, ya que no es lo mismo una gran ciudad que un pueblo aislado.
En este sentido, una de las opciones que está encima de la mesa, teniendo en cuenta que las fuentes apuntan que se plantean la mayoría de escenarios posibles, sería acordar un aislamiento inverso cuando se vaya regresando progresivamente a la normalidad para evitar la entrada masiva de personas en pequeñas localidades en que no ha habido positivos de coronavirus.
De esta forma, se intentaría crear un «efecto isla», para mantener a salvo a las localidades que no han tenido ningún positivo, si bien esta opción presenta algunas limitaciones operativas, según Protección Civil.
Estrella Digital