Un ejemplo de rectificación se produjo ayer cuando el Ejecutivo, en cuestión de horas, cambió el criterio por el que los niños saldrían a la calle a partir del 27 de abril: de acompañar a uno de sus padres para ir a comprar la comida a permitir los paseos.
En el pleno del Congreso que ha debatido la autorización de una tercera prórroga del estado de alarma, que previsiblemente cristalizará a pesar de los reproches de toda la oposición, Sánchez no ha calificado el viraje en las salidas de los menores como una «rectificación», sino como una consecuencia de la apuesta por la «escucha» a entidades sociales y por la unidad.
Según sus palabras, sin embargo, el Gobierno incurrirá en más «rectificaciones» durante las próximas fechas, porque del coronavirus se conoce únicamente «la punta del iceberg», de manera que tomará decisiones y, probablemente, después, deberá revertirlas. Y esto, para el presidente, no será «síntoma de desgobierno».
Sánchez ha recalcado que su propósito para controlar la propagación de la enfermedad COVID-19 es afrontarla con «humildad», ya que está en juego la garantía de la salud pública y, por tanto, las vidas de los ciudadanos.
También la afrontará con «prudencia» y con «cautela», de ahí que la decisión de dejar salir a los niños se quedara en un primer momento en el acompañamiento al supermercado a uno de sus progenitores.
Debido a esta «prudencia», la desescalada que tendrá lugar a partir de la segunda quincena de mayo será «lenta» y «gradual», y evitará «pasos en falso», ya que cada nueva decisión será meditada con la finalidad de evitar retrocesos, ha afirmado Sánchez.
Y precisamente por prudencia el presidente ha expuesto ante el Congreso los argumentos que le han llevado a pedir una nueva ampliación del estado de alarma y, en consecuencia, del confinamiento generalizado.
Mayo será un mes relevante por cómo se encauzará la «desescalada», pero también, ha apuntado el presidente, porque puede mostrar el desarrollo de la comisión parlamentaria para la reconstrucción social y económica del país tras la crisis del coronavirus.
En cómo será esa comisión están trabajando los grupos del PSOE y del PP; la idea es constituirla la semana que viene. Sánchez es también lo que quiere, según ha declarado.
Como lo que vendrá de la pandemia será difícil, el presidente ha apelado a la unidad y a la obtención de consensos y ha pedido que «nadie patrimonialice» el éxito de los pactos, si es que finalmente se consiguen. Su propósito de búsqueda de la unidad es «sincero».
A su juicio, sería positivo que tales pactos se forjaran también en comunidades autónomas y en ayuntamientos «gobierne quien gobierne».
Aunque los llamamientos a la concordia han sido frecuentes y a pesar de que el pasado lunes Sánchez y Casado protagonizaron un acercamiento gracias a la coincidencia en formar una comisión parlamentaria, ambos dirigentes no han disimulado este miércoles que se profesan una desconfianza mutua.
Sánchez ha acusado a Casado de buscar «cualquier excusa» para no llegar a acuerdos, y el líder del PP ha cuestionado que el del PSOE quiera pactar, pues está «engañando» a la oposición.
El presidente del Gobierno y el líder de los populares se han enzarzado este miércoles en un intercambio de reproches tanto en el debate para la autorización de una nueva prórroga como en la sesión de control posterior.
Aquí Casado ha preguntado a Sánchez si había cometido algún error en la gestión de la pandemia. «Claro que hemos cometido errores, pero también algunos aciertos», ha replicado el presidente.
El líder del PP no ha escatimado en críticas. Tal y como ha manifestado en el hemiciclo del Congreso, Sánchez ha actuado como «una avestruz» al «esconder» la cifra de víctimas, ha mentido y además se ha caracterizado por su «incompetencia», especialmente con la doble decisión que ayer afectó a los niños.
Su Gobierno es «el Titanic», y el PP, ha afirmado, no puede convertirse en la orquesta que vaya a bordo.
Con todo, el grupo popular apoyará la tercera prórroga del estado de alarma, lo que tampoco ha sido un hecho inusual en la sesión del Congreso de este miércoles, ya que otros grupos ha optado por el mismo voto a pesar de las reticencias.
Aparte de Unidas Podemos, socio del PSOE en el Gobierno, y con la excepción hecha del PP, los demás grupos y partidos minoritarios a favor de la ampliación son Cs y PNV, y los minoritarios de CC, NC, Foro, UPN, Más País, Compromís, PRC o Teruel Existe.
ERC, BNG y EH Bildu se abstendrán, en tanto que al no de la CUP y Vox se ha unido este miércoles el de JxCat.
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