El Consejo Interterritorial de Salud del viernes no llegó a abordar ningún plan autonómico, porque la reunión estaba centrada en conocer y analizar las capacidades esenciales exigidas para poder poner en marcha la llamada «desescalada».
Hoy habrá dos reuniones de trabajo: una técnica y una nueva convocatoria del Consejo Interterritorial de Salud.
En la reunión tampoco se fijó una fecha de inicio para este proceso, aunque se matizó que sería «lo antes posible siempre que se den las condiciones de seguridad sanitaria».
Entre las capacidades esenciales, tanto asistenciales como de salud pública, que el Ministerio marca están algunos aspectos hospitalarios como son las medidas de prevención de infecciones intrahospitalarias.
Algunas de estas exigencias son el cribado universal con PCR de pacientes antes del ingreso por patología no-COVID, siempre priorizando la atención urgente del paciente; y los circuitos separados entre COVID y no COVID, además de medidas de precaución y reservas de EPIs.
En cuanto a camas de agudos y UCI, el Ministerio ha aclarado que se debe tener capacidad para reservar asistencia de respiración mecánica y medicación crítica y para afrontar un incremento neto de camas de agudos y de UCI en previsión de un pico asistencial.
En Atención Primaria, el Ministerio demanda circuitos separados para la atención presencial de personas con síntomas respiratorios o infecciosos, protocolos de protección del personal y de diagnóstico de nuevos casos, aislamiento y seguimiento.
El Ministerio pide, asimismo, protocolos de centros de salud y para la identificación de los centros sociales en la zona básica de salud, como residencias de mayores, algo que en las islas ya se tiene en desarrollo a través de una instrucción de la Dirección General de Salud Pública.
Sanidad insiste en la capacidad de diagnóstico a través de PCR y un cribado de residencias de mayores, algo que Canarias recuerda que ya viene realizando hace tiempo.
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