Según han informado fuentes policiales, los comisarios de los Mossos han celebrado hoy una reunión telemática en la que ha aflorado el malestar acumulado en el cuerpo tras varios detonantes, entre ellos que los casi 17.000 agentes quedaran fuera de la retribución de mil euros brutos que el Govern pretende entregar a personal sanitario, bomberos y protección civil por su labor ante la pandemia.
En la reunión también se ha comentado de forma breve, según las fuentes, la polémica suscitada a raíz de un tuit bélico del jefe de comunicación del conseller de Interior, Miquel Buch, y por el que el sindicato de mandos (SICME) ya mostró su malestar el pasado sábado, horas después de que el responsable de prensa publicara el mensaje y lo borrara poco después.
Según las fuentes consultadas, una de las situaciones que más ha indignado a los comisarios es que los Mossos d’Esquadra no están siendo sometidos a los test PCR, a diferencia de lo que ocurre con las policías locales, como la Guardia Urbana de Barcelona, que efectúa pruebas a un centenar de agentes cada día.
Los comisarios han sido muy críticos con la falta de test y con el hecho de que centenares de agentes del cuerpo tengan que permanecer en sus casas sin poderse reintegrar a trabajar porque el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) impidió hacerlo a los que hubiesen presentado síntomas o hubiesen estado en contacto con sospechosos de ser positivos si antes no se sometían a las pruebas PCR.
También ha causado un gran malestar en la cúpula de la policía catalana el hecho de que el Govern anunciara recientemente que destinaría un fondo de 45 millones de euros para una retribución extra a unos 45.000 trabajadores públicos, especialmente a personal sanitario, pero también a bomberos y miembros de Protección Civil y que, en cambio, dejara a fuera a los Mossos d’Esquadra.
Insisten en que no se trata de una cuestión de dinero, sino de que consideran que una vez más el Govern ha creado un agravio comparativo en que han quedado de nuevo excluidos, lo que ha ahondado en el malestar de la cúpula con parte del ejecutivo de Torra, que se arrastraba desde sus discrepancias a raíz de la gestión de los incidentes tras la sentencia del procés, en octubre del pasado año.
Por su parte, el conseller Miquel Buch, en una rueda de prensa telemática este mediodía, ha reconocido que es «evidente» que existe «malestar» en la cúpula de los Mossos y también en su departamento por el hecho de no poder hacer el test del coronavirus y ha alegado que están a la espera de que la «autoridad sanitaria», en este caso la consellería de Salud dirigida por la republicana Alba Vergés, determine el procedimiento a seguir. E
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