Marlaska ha dejado claro que ese tercer tramo «es un compromiso del Gobierno» que asume él personalmente y, por tanto, «es para ejecutarlo a la mayor brevedad».
Se trata de un derecho «reconocido y merecido» para los agentes en un momento que «no es fácil».
Respecto a las quejas de sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles sobre la falta de medios de protección durante la crisis del coronavirus, el ministro ha asegurado que «en todo momento, y conforme a los protocolos de actuación atendiendo al riesgo que se asumía, los agentes han contado con los equipos de protección necesarios y precisos».
Ha reconocido que en un primer momento hubo problemas de abastecimiento para contar con equipos en la «reserva estratégica», es decir había material pero «para pocos días vista». Ese problema está ya resuelto y desde hace tiempo hay provisión de medios para medio plazo, sin perjuicio de que Interior sigue adquiriendo para no agotar ese contingente.
Sobre los test para detectar si un agente está contagiado, Marlaska ha explicado que todos los funcionarios que han tenido síntomas o que han tenido relación con un positivo a la COVID-19 han sido sometidos a la prueba.
El ministro se ha sentido dolido por las afirmaciones de que algunos agentes se están pagando de su bolsillo el test. «No ha habido pago de ningún test por parte de ningún agente; otra cuestión es que se hayan hecho a través de sus mutualidades, pero con protocolos y convenios con el ministerio», ha señalado.
El titular de Interior ha defendido la labor de su departamento en esta materia y ha dicho que buena prueba de ello es que desde hace semanas ha disminuido de forma considerable el número de agentes aislados.
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