Fuentes del Gobierno de Aragón explican que en este caso la novia ha acudido al Registro Civil de la capital aragonesa y el novio ha participado en la ceremonia desde su domicilio.
En la sala virtual solo se encontraban de forma presencial la jueza titular del Registro Civil de la capital aragonesa, la letrada de la Administración de Justicia y dos funcionarios del propio Registro, que han ejercido como testigos.
El matrimonio «mortis causa» se produce cuando uno de los contrayentes padece una enfermedad grave y le queda poco tiempo de vida.
Es la primera vez que el Registro Civil de Zaragoza celebra un acto civil de estas características, que ha sido posible al contarse con el sistema de sala virtual.
Sin este sistema, dadas las condiciones de salud de uno de los contrayentes, la jueza y la letrada de la Administración de Justicia deberían haberse trasladado al domicilio para poder celebrar la boda.
El soporte técnico de todo el proceso lo ha prestado un técnico informático de la Dirección General de Justicia.
Si el enfermo supera una serie de trámites y se autoriza el enlace, es necesario que en la ceremonia haya al menos dos testigos. En la boda, se leen los mismos artículos del Código Civil que en un matrimonio convencional y al finalizar se declara realizado el matrimonio y se produce la inscripción en el Registro Civil.
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