Para el PP, el Gobierno ha «mentido y manipulado» durante esta crisis por la pandemia del coronavirus y no ha respetado los «principios fundamentales» de la democracia, mientras que Vox también ha asegurado que se ha producido «abuso y mentira» por parte del Ejecutivo.
Para los grupos nacionalistas, tanto los catalanes como los vascos, el Gobierno ha aprovechado para hacer una «recentralización» de competencias autonómicas. Y le piden que rectifique en la última prórroga de la alarma, sobre la que ERC ha dicho que para cambiar su postura deben atenderse sus exigencias, que «no son caprichos».
La diputada del PP Edurne Uriarte ha criticado «desgobierno, desamparo y desinformación» por parte del Gobierno, lo mismo que los socialistas criticaron al Ejecutivo de Rajoy ante la crisis del ébola, y ha pedido a Calvo que «asuma responsabilidades» por su gestión y que «no huya» de la rendición de cuentas.
A su juicio, el Gobierno se ha dedicado a «repartir» responsabilidades tanto con el Congreso como con las comunidades autónomas y ha situado como fundamental hablar de «libertades» de cara a la reconstrucción, algo a lo que cree que el PSOE se ha negado en la comisión del Congreso por sus socios «comunistas».
José María Sánchez García, de Vox, ha recriminado a Calvo que haya asegurado que cualquiera puede sentirse satisfecho de la reacción del Gobierno ante la pandemia y ha instado a no pretender que la oposición se crea «semejante tontería», porque la gestión se ha basado en el «abuso y la mentira».
Además, ha reprochado que ahora el plan de desescalada consagra la «arbitrariedad» por parte del Ejecutivo que se ha inventado la «cogobernanza» con las comunidades para alimentar algo que Vox rechaza.
La socialista Rafaela Crespín ha replicado a los partidos de derecha pidiendo que «dejen el pataleo» y «maduren» porque hace falta una oposición «a la altura de la circunstancias».
Por parte de ERC, la diputada Carolina Telechea ha dejado claras las demandas de su partido, «acabar con el mando único y apostar por la gobernanza real» y ha advertido a Calvo de que si el Gobierno quiere que Esquerra reconsidere su posición ante la alarma, debe atender sus exigencias, que «no son caprichos nacionalistas».
«La Generalitat tiene derecho a gobernar y ejecutar», ha dicho Telechea, quien ha pedido al Ejecutivo «más respeto al autogobierno y al principio de subsidiariedad» porque el concepto de «cogobernanza» que defiende el Gobierno para coordinarse con las comunidades en la desescalada es en realidad «más de lo mismo».
Le ha recordado las otras demandas de Esquerra como reanudar el diálogo sobre Cataluña, flexibilizar la regla o aprobar un segundo paquete de medidas sociales para el cuidado de familiares.
La portavoz de JxCAT, Laura Borrás, también ha pedido que el Gobierno «devuelva competencias » a las comunidades autónomas y de manera que no sea solo «retórica», tras recriminar a la vicepresidenta que es una «prestidigitadora verbal» por asegurar que la gestión ha sido «impecable» ante la pandemia.
Ha asegurado que su partido ha «hecho los deberes», tras la llamada que recibió de Calvo para reformar la legislación ordinaria y están dispuestos a «llegar a consensos» en este ámbito, en el que proponen reformar la ley orgánica sobre el estado de alarma, la ley de salud pública del 83 y la de sanidad del 86.
Mikel Legarda, del PNV, ha admitido la preocupación de su grupo por la reforma de la ley sanitaria que se plantea el Gobierno para no tener que recurrir a la alarma, que espera que no venga en forma de real decreto ley y sea discutida con las comunidades.
Le ha preguntado si lo que busca el Gobierno es hacerse con la dirección operativa de los diecisiete sistemas sanitarios y ha señalado que espera que se trate de un globo sonda, porque ya hay un sistema nacional de salud que permite poner en marcha planes operativos ante crisis víricas como, por ejemplo, con la gripe.
Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, ha considerado que «es el momento» de que se retire también el mando único sanitario, el único que el Gobierno tiene previsto mantener en su próximo decreto de prórroga del estado de alarma, y dejar el control y las decisiones de la desescalada en manos de las comunidades.
Bildu se abstuvo ante la última prórroga por considerar que hay «otras formas» de gestionar el estado de alarma, en lo que Aizpurua ha insistido hoy, además de en sus críticas a la «recentralización» que cree que ha supuesto esta situación.
El diputado de Más País, Íñigo Errejón, ha reclamado más «humildad» al Gobierno, que cree que está «corriendo» ahora, cuando se le «tambalean» los apoyos necesarios para aprobar la nueva prórroga, aunque se ha mostrado de acuerdo en que la fórmula del estado de alarma ha sido la adecuada.
Por su parte, el diputado de Navarra Suma Carlos García Adanero ha criticado la «autocomplacencia» del Gobierno, sin «autocrítica» sobre la gestión de la crisis y que ahora haya convertido en un «mercado persa» para conseguir votos la negociación del último estado de alarma.
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