Una defensa que ha querido trasladar en la sesión de control al Gobierno del Congreso en respuesta a la diputada de ERC Montserrat Bassa, quien le ha interrogado sobre las condecoraciones a agentes que participaron en el dispositivo desplegado en Cataluña en 2017 con motivo del referéndum ilegal del 1-O.
Bassa ha acusado a las fuerzas de seguridad del Estado de ir «a por los catalanes y catalanas» que reivindicaron su derecho democrático con un ejercicio de desobediencia «civil y pacífica» de la que se sienten «orgullosos».
Con esas condecoraciones, el Ministerio del Interior «demuestra que está orgulloso de la violencia» de los agentes, según la diputada, quien ha querido saber cómo se justificaban esas medallas a agentes «que nos golpearon en el 1-O».
En su respuesta, Marlaska, que ha aprovechado para dar las gracias a las fuerzas de seguridad por su trabajo durante el estado de alarma por el coronavirus, ha asegurado que no ha habido ningún expediente general de concesión de medallas, ni en la Policía Nacional ni en la Guardia Civil, para operaciones como la del 1-O.
«Lo que se haya concedido es por méritos personales y por un hecho concreto, y seguro que ha sido adecuado», ha añadido el ministro quien, de todos modos, ha recordado que son hechos ocurridos hace más de dos años, en otra legislatura, con otro gobierno y con otro equipo ministerial.
«¿Qué le parece si miramos al presente de cara al futuro?», le ha inquirido Marlaska a la parlamentaria.
Durante su segunda intervención, la diputada, hermana de la exconsejera Dolors Bassa, condenada por el procés, ha indicado que esas condecoraciones «legitiman una Policía muy poco democrática», alenta «la peligrosa deriva fascista» que, según ella, se está viendo entre los agentes, y allana «el camino ideológico a Vox».
En su réplica, el titular de Interior se ha dirigido a la diputada de ERC, «con todo el afecto», para recordarle que uno de los principios del estado de derecho es la presunción inocencia y para advertirle que las generalizaciones que Bassa había hecho son «peligrosas».
Tras insistir en que las fuerzas de seguridad sin «absolutamente democráticas», Marlaska se ha referido a los «momentos difíciles» que atraviesa el país por la pandemia de la COVID-19, en los que los agentes están garantizando que la enfermedad no se propague.
Y ha aprovechado para recordar a ERC «algo» que el 2 de enero firmó: diálogo, acuerdo y negociación con un Gobierno progresista «dirigido a crear un espacio de libertad y justicia social».
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