Según han informado fuentes militares, a la inversa de lo ocurrido en las fronteras de España con Francia o Portugal, las Fuerzas Armadas permanecen prestando apoyo a la Guardia Civil para el control de los 8,2 kilómetros de perímetro que separan los dos lados del vallado fronterizo.
El comandante general de Ceuta, Alejandro Escámez, ha declarado a los periodistas que la petición de este apoyo «se realizó a demanda de la Delegación del Gobierno de Ceuta y cuando cesen las condiciones que llevaron a solicitarlo, dejaremos de proporcionarlo».
No obstante, ha considerado que «es probable que cuando se normalice la situación y se abra la frontera de forma regular, se pueda ir reduciendo este apoyo».
La autoridad militar ceutí ha añadido que la última vez que se realizó una actividad similar fue en el 2005 y que «la coordinación y sintonía con la Guardia Civil ha sido plena, y para nosotros también ha supuesto una actualización de procedimientos».
La presencia de las unidades militares no responde a un incremento de la presión migratoria sino exclusivamente a la necesidad de incrementar los controles de la Guardia Civil en determinadas zonas de la ciudad.
Se trata de turnos de 40 militares, los cuales siguen en la frontera durante veinticuatro horas, al término de las cuales son relevados por otra unidad.
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