Lo ha explicado en rueda de prensa en Moncloa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, al presentar junto al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, el último mapa de la desescalada antes de que las comunidades tomen definitivamente los mandos.
Tres de cada cuatro españoles (34 millones) estarán el próximo lunes en la fase 3 de la desescalada y solo la Comunidad de Madrid, las áreas sanitarias de Barcelona y Lleida y las provincias castellanoleonesas de Salamanca, Ávila, Segovia y Soria seguirán en fase 2.
Estos últimos territorios no explorarán la fase 3, según Illa, que ha insistido en que al concluir el estado de alarma se pone fin también a las restricciones a la movilidad y las comunidades solo podrán ordenar confinamientos «quirúrgicos» de determinadas personas o grupos concretos ante eventuales brotes de coronavirus.
Este viernes se han autorizado todos los cambios de fase pedidos por los gobiernos autonómicos y el próximo lunes 10 millones de ciudadanos progresarán a la fase 3, en la que entran la Comunidad Valenciana; Girona y Catalunya Central (Cataluña); Burgos, León, Palencia, Valladolid y Zamora (Castilla y León); Ceuta; y Albacete, Toledo y Ciudad Real, con lo que toda Castilla-La Mancha está en la última etapa de la desescalada.
Se unirán así a La Rioja, el País Vasco, Asturias, Cantabria, Extremadura, Murcia, Navarra, Baleares, Andalucía, Aragón, Canarias, Cuenca, Guadalajara, Melilla y en Cataluña, el Alt Pirineu i Aran, Terres de l’Ebre y Camp de Tarragona, que llevan ya una semana en esa fase 3.
GALICIA PONE FIN AL ESTADO DE ALARMA
El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo es el único que ha dado el paso de pedir el fin del estado de alarma en su comunidad, que, con el aval del Ejecutivo, entra el lunes 15 en la llamada «nueva normalidad».
El real decreto publicado el pasado día 10 con las reglas para ese escenario, en el que seguirá siendo obligatorio el uso de mascarillas, será el «mínimo común denominador» que deberán cumplir todas las comunidades, que podrán añadir restricciones y reglas propias en el marco de sus competencias de salud pública.
Galicia así lo hará y este sábado publicará sus nuevas normas en el diario oficial de la comunidad, manteniendo limitaciones de aforo en locales, eventos y celebraciones.
MOVILIDAD ENTRE PROVINCIAS, PERO TODAVÍA NO ENTRE COMUNIDADES
La próxima semana sigue vetada la movilidad entre comunidades autónomas, aunque el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha dicho que ve «casi seguro» que el viernes 19 de junio se pueda circular entre Euskadi y Cantabria.
La movilidad entre provincias de la misma comunidad ya estaba vigente en varias regiones que iniciaron el pasado lunes la fase 3, como Andalucía, Aragón, País Vasco y Galicia, y llegará el día 15 a la Comunidad Valenciana y Extremadura.
Sin embargo, no habrá todavía libertad de circulación dentro de Castilla-La Mancha y de Castilla y León, que ha dejado en fase 2 a las provincias más cercanas a Madrid.
«La movilidad no se puede restringir fuera el estado de alarma», ha insistido Illa ante el temor expresado por algunos presidentes autonómicos ante la próxima llegada a sus comunidades de ciudadanos de Madrid o Barcelona.
El EXPERIMENTO DE LOS CORREDORES TURÍSTICOS ALEMANIA-BALEARES
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este viernes la orden que autoriza la llegada a los tres aeropuertos de Baleares, durante la segunda quincena de junio, de 47 vuelos con un máximo de 10.900 turistas desde cinco ciudades alemanas.
El plan piloto, en el que se levanta la cuarentena para los turistas, comienza el lunes con el aterrizaje en Palma de dos vuelos procedentes de Fráncfort y Dusseldorf.
Los pasajeros deberán rellenar una encuesta de salud durante el vuelo, pasarán un control de temperatura al aterrizar y tendrán que facilitar teléfono y alojamiento para que las autoridades autonómicas puedan realizar un seguimiento de su estado. Baleares debe contar también con apartamentos reservados para cuarentenas de posibles casos positivos de COVID-19.
Fernando Simón ha reconocido que esta apertura supondrá un riesgo y ha advertido de que «a medida que se abran fronteras, irá creciendo», pero ha insistido en que «hay que prepararse para esta situación» porque el turismo es uno de los motores económicos del país.
Por el momento, el Gobierno mantiene su plan de abrir las fronteras a los socios europeos el próximo 1 de julio, aunque algunos países prevén adelantar esa medida al 15 de junio.
Estrella Digital