«Siempre que ha podido, ha echado gasolina», ha apostillado en una entrevista en el diario ABC la presidenta madrileña, que ha defendido la gestión de su Gobierno en las residencias de mayores durante la pandemia y los protocolos que se enviaron para atenderlos durante un periodo que fue «una guerra».
«Para mí la falta de ética es el desdén, el haber abandonado a alguien a su suerte, y es algo que no ha sucedido en Madrid: aquí se ha peleado por cada vida. Se deja entrever algo que no es cierto: que en la inmensa mayoría de los casos, si no en todos, podrían haberse evitado esos fallecimientos y no es verdad», ha asegurado.
Por eso ve «reprochable» y «una falta de talla política tremenda» que el vicepresidente segundo del Gobierno central tenga la «gran insensibilidad el jugar con los sentimientos de tantas personas que han perdido un ser querido en una residencia».
«Probablemente se está viendo acorralado porque él tenía el mando único en las residencias de ancianos y jamás hizo absolutamente nada por ninguna. Y viéndose acorralado, ha decidido que nos metamos todos en la misma melé, pero es que yo sí he estado ahí, y él no ha estado nunca», ha seguido diciendo.
Sobre las discrepancias entre sus consejeros de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero (PP) y de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Cs), a cuenta de la gestión de las residencias, ha opinado que su Gobierno no tendría que haber «trasladado una imagen de división», y ha pedido a todo su equipo que sea «sensible» a la hora de hablar de cualquier tema relacionado con enfermos o fallecidos.
Ha subrayado que ella «no» hubiera cesado a Reyero si fuera del PP, y ha reiterado que «no ha habido dejaciones ni falta de interés», porque «se ha tratado cada vida como lo más importante».
Respecto a su acuerdo de Gobierno con Cs, Ayuso no está tentada a romperlo porque siente que su proyecto es «más necesario que nunca», y también rechaza ir a un adelanto electoral, porque lo que hace falta es «estabilidad e ir ganando tiempo».
Estrella Digital