Fuentes de Ciudadanos no ven que haya contradicción alguna en esta situación porque ellos se ven «muy cómodos» en el espacio de centro, arrimando el hombro en la crisis de la Covid, y a la vez apostando por los gobiernos de coalición que tienen con el PP en cuatro comunidades autónomas.
Para apoyar esa coalición, Arrimadas interrumpirá su baja maternal para realizar un acto con el líder del PP, que aún no ha sido concretado, y también serán activos en esta campaña la eurodiputada Maite Pagazaurtundua y el filósofo Fernando Savater, afín a Cs.
Para el partido naranja no hay duda de que la fórmula de la coalición con el PP ha sido la adecuada, han señalado las mismas fuentes, ya que según las encuestas que barajan podrían más o menos repetir los nueve escaños que los populares obtuvieron en 2016 (para Cs supondrían 1 o 2 escaños, que era residual en la comunidad vasca).
Sin embargo, una encuesta publicada hace diez días por el Ejecutivo vasco apuntaba a que el PNV ganaría las elecciones, mejorando sus resultados hasta los 31 escaños, y la coalición PP+Cs se quedaría en seis escaños.
El pacto de coalición incluye el puesto número 3 para el partido naranja en la circunscripción de Álava y el segundo en la de Vizcaya.
Del programa electoral han destacado que gira en torno a cinco ejes principales: la industria, los servicios, la construcción, el mercado laboral y los transportes, porque creen que recogen las medidas que más preocupan en estos momentos a los vascos, en medio de una crisis económica y social provocada por la pandemia.
Sobre los resultados en las gallegas, son moderadamente optimistas porque se enfrentan a estos comicios sin nada que perder (en 2016 obtuvieron tan solo un 3,38 por ciento de los votos), han apuntado, y, en cambio, esta vez creen tener la posibilidad de ganar un diputado por Pontevedra.
Lo harán, han señalado, si consiguen revalidar los resultados de las generales del 10 de noviembre, cuando lograron 23.620 sufragios en esta circunscripción.
Por eso van a poner el foco en Pontevedra, de donde es la candidata naranja a la Xunta, Beatriz Pino, que estará arropada durante toda la campaña por dirigentes de la formación, entre ellos el portavoz adjunto del Congreso, Edmundo Bal, que ha cogido peso al sustituir a Arrimadas mientras ésta se encuentra disfrutando de su permiso de maternidad, la portavoz nacional, Melisa Rodríguez, y otros dirigentes autonómicos y europeos.
Cs ha insistido en advertir que la abstención puede jugar una mala pasada al presidente gallego, Alberto Núñéz Feijóo, al que han vuelto a reprochar que no quisiera concurrir a los comicios en coalición con los naranjas, y también han avisado de que la amenaza nacionalista es real aunque sea «más sutil» que en otros territorios.
En Galicia apostarán por el mensaje de ser útiles y de poner el interés general por encima de las siglas, como defienden que han hecho en las negociaciones con Sánchez durante esta crisis sanitaria, y, por tanto, van a dejar un poco de lado las cuestiones ideológicas.
Así como en Euskadi la campaña arrancará en Vitoria, en Galicia Cs abrirá en Pontevedra, probablemente en un autocine de Vigo, de acuerdo a ese contexto de «nueva normalidad» que ha marcado el coronavirus.
Será una campaña muy ligada al deporte, concretamente al ciclismo, tanto por los vínculos familiares de Pino como por su carrera profesional ligada al periodismo deportivo y, aparte de otros actos, el domingo tienen programado celebrar el día del Orgullo LGTBi con un pelotón ciclista.
Para este sábado tienen programado un acto en la localidad fronteriza de Tuy con liberales portugueses.
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