El debate en el Pleno de la Cámara Baja de una proposición no de ley del PSOE para instar al Gobierno a combatir los discursos machistas y negacionistas de la violencia de género ha vuelto a poner de manifiesto la diferencia abismal que existe en esta materia entre el partido liderado por Santiago Abascal y el resto de fuerzas políticas, que mantienen la unidad en torno al Pacto de Estado.
«Negar la violencia de género pone en riesgo la seguridad, la libertad y la vida de las mujeres. (…) Ante la violencia de género no caben discursos a medias, titubeos ni margen para la duda, sólo es admisible el rechazo», ha subrayado la diputada socialista Laura Berja, quien ha incidido en que la violencia contra las mujeres es estructural y constituye una vergüenza para la democracia.
Todos los grupos han abogado por ahondar en la lucha contra la violencia sobre las mujeres, salvo Vox, cuya diputada Macarena Olona ha repetido en un diversas ocasiones y con un elevado tono de voz que la violencia no tiene género y que en España se criminaliza al varón.
La diputada el PP Margarita Prohens ha sostenido que la violencia de género es un problema social que interpela a todos y ha recordado que cada semana desde enero de 2003 una mujer ha sido asesinada por su pareja o expareja: «La violencia, como indican los datos, no tiene ideología, sí tiene género», ha dicho, para recalcar que esta lucha requiere de consenso y de política de estado.
Sara Giménez, de Cs, también ha abogado por el consenso, ha aseverado que la violencia de género merece una «repulsa sin paliativos» de la Cámara Baja y ha asegurado que «sería un retroceso negar esta realidad»: «Negar que existe la violencia de género es sólo el primer paso para que no se luche contra ella», ha indicado.
«La violencia de género existe y el machismo mata», ha insistido Mertxe Aizpurua (EH Bildu), para quien las políticas negacionistas hacen que las víctimas de la violencia machista tengan no sólo que enfrentarse a su agresor, sino a quien les dice que lo que han sufrido es una invención.
Desde Unidas Podemos, Mar García ha afirmado que quien niega la violencia machista es cómplice de la violencia futura y ha espetado a Vox que tendrá enfrente a las feministas «por mucho que intenten intimidar y amedrentar».
El diputado del PNV Joseba Andoni Agirretxea ha calificado de preocupante que se tenga que presentar una iniciativa como esta en el Parlamento, puesto que no se debe «perder ni un minuto con quienes destruyen lo consensuado y construido con libertad y derechos humanos»: «A los que ignoran los derechos humanos se les combate, como a los fascistas y totalitaristas».
«Negar lo evidente, lo universal, lo democrático resulta patético», ha añadido, mientras que Néstor Rego (BNG) ha instado al Congreso a combatir con uñas y dientes contra los discursos de odio y por los derechos de todos. En el mismo sentido se ha pronunciado Inés Sabanés, que ha pedido a los diputados que se sienten a hablar para luchar contra el negacionismo.
Por su parte, Pilar Vallugera (ERC) ha denunciado el tono del discurso de Vox, que a su juicio pone «en peligro la vida de las mujeres», y le ha dicho que la España en blanco y negro se ha terminado: «Parece mentira que hayamos podido coincidir en el mismo espacio y tiempo porque empiezo a dudar de que pertenezcan a la categoría de personas».
La proposición socialista contra el negacionismo de la violencia de género se votará el próximo jueves en sus términos iniciales, ya que el PSOE ha rechazado incorporar las enmiendas propuestas por PP y Cs. Previsiblemente saldrá adelante.
El PP ha pedido que el Ministerio de Igualdad pase «de la propaganda al BOE» con medidas concretas y que se envíe a las mujeres el mensaje claro de que no están solas y de que deben denunciar a sus agresores.
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