En una declaración remitida por el PP tras reunirse con la Organización Médica Colegial, Casado ha considerado que el decreto que se debate este jueves en la Cámara Baja es «insuficiente» tanto para mantener la seguridad jurídica, como para impulsar la recuperación económica.
No obstante, se ha mostrado dispuesto a dar su voto afirmativo si el Gobierno «escucha» y «se sienta con el PP» para incorporar medidas que considera «necesarias» durante la tramitación del decreto como proyecto de ley.
Para ello, ha encomendado a la exministra de Sanidad Ana Pastor para que negocie con el actual titular de la cartera, Salvador Illa, esas medidas.
Sobre la posibilidad de que sea necesario decretar de nuevo el estado de alarma en parte o en todo el territorio nacional ante la aparición de brotes de coronavirus, Casado se ha mostrado contrario a aplicar una medida de «excepcionalidad constitucional» como el estado de alarma porque afectaría de nuevo a derechos fundamentales.
A su juicio además, no sería «eficaz» convocar en pleno verano una sesión del Congreso para aprobar esta medida cuando el PP, ha recordado, lleva meses reclamando un «plan B» que permita aplicar medidas drásticas sin recurrir al estado de alarma.
«El PP lleva dos meses diciendo que tiene que haber un plan B», ha insistido Casado, que considera que tendría que acompañarse con un plan económico con bajadas de impuestos, y no subidas, en la línea de los aplicados por Alemania o Italia.
El presidente del PP ha vuelto a «tender la mano» al Gobierno para aplicar un plan económico «serio y eficaz», que, por ejemplo, amplíe los ERTES antes de que el Ejecutivo «se vaya de vacaciones».
Casado también ha vuelto a ofrecer el llamado «plan Cajal», un pacto de Estado «entre generaciones» por la Sanidad, como el pacto de Toledo de pensiones.
«Es el mejor legado que podríamos dejar a nuestros hijos», ha proclamado Casado, que ha detallado algunos de los puntos de esa oferta, entre las que destaca la creación de una agencia nacional para coordinar todo el sistema sanitario, así como una unidad específica de seguimiento de pandemias, además de un refuerzo de la Atención Primaria.
Junto a ello, propone la creación de un «pool» nacional de profesionales sanitarios que se puedan desplazar a cualquier lugar de España en caso de nueva crisis, potenciar la telemedicina, la investigación nacional y la dotación de una financiación suficiente para el conjunto del sistema sanitario.
«Los aplausos en los balcones se tienen que convertir en números, más dinero para medios y profesionales sanitarios, y en letra para que la coordinación del sistema sanitario se mejore», ha destacado.
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