Los tres controles establecidos por el Gobierno para la detección de casos -documento a cumplimentar, toma de temperatura y diagnóstico a ojo- no es que sean «suficientes o no suficientes», sino que «son poca cosa, un pequeño control», ha afirmado Faraco en declaraciones a la Cope.
Dichos controles «no van a impedir la entrada de personas con coronavirus, sobre todo asintomáticas o presintomáticas», ha dicho.
Para Faraco, «es complicado detectar que alguien tiene coronavirus con sólo un control visual salvo en casos muy agudos» y los documentos que se rellenan ni siquiera se revisan a tiempo.
Sólo la toma de temperatura «podría dar el aviso» sobre si alguien es positivo, ha recalcado.
En el caso de que alguien sea sospechoso de portar el virus, Faraco ha explicado que se le deriva a un centro hospitalario para que se le haga una prueba PCR.
Y si el test da positivo, se busca a la personas que hayan estado en contacto con él. «Hay que tener muy claro dónde está ese viajero, a dónde va, qué teléfono tiene y cuáles son los contactos que ha tenido», ha dicho.
Todos los aeropuertos, dependiendo de su tamaño y número de vuelos, tiene controles distintos, ha comentado Faraco.
A partir del 1 de julio, cuando se abren las fronteras exteriores de la UE, esta médica ha confiado en que los pasajeros de países con una situación epidemiológica mala no puedan entrar a no ser que «tengan una PCR reciente hecho» porque si no «tendríamos un problema», «aumentaría mucho el riesgo» en España y Europa.
La presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior ha descartado la opción de hacer test PCR en destino, es decir, a todos los viajeros que lleguen a España. «Lo veo demasiado complejo y caro para ponerlo en práctica», ha opinado.
Estrella Digital