“Muy pronto habrá un sindicato que protegerá a los trabajadores, a sus familias, a nuestros barrios, a la industria, que estará al servicio de los trabajadores y no de causas ideológicas”, ha avanzado Santiago Abascal en un acto de campaña junto al puerto coruñés.
Esta representación, ha explicado, “no se arrodillará ante los poderosos ni la nomenclatura comunista”, será sufragado por sus afiliados y responderá únicamente ante los trabajadores. “No se alimentará del trabajo de los españoles”, ha destacado, pues ha indicado que los sindicatos existentes se inclinan “al servicio de la izquierda” y sus “intereses globalistas”.
Para arropar al candidato por A Coruña, Ricardo Morado, el líder nacional de Vox ha ofrecido un mitin en el exterior del Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña (Palexco), un espacio en el que esta tarde se han reunido unas 300 personas.
En clave electoral ha subrayado que espera obtener representación en el Parlamento gallego a partir del 12 de julio para “romper la ley del silencio” por la que, a su juicio, no se tratan los temas que importan a los gallegos.
“Tengo la esperanza de que podamos hacer historia muy pronto, de que estéis en el Parlamento gallego rompiendo la ley del silencio que algunos han impuesto y a la que otros se han rendido”, ha sostenido dirigiéndose a los candidatos provinciales.
En esta línea, Abascal ha confiado en que “Galicia tiene una oportunidad”, esa “que no ha dejado pasar el conjunto de españoles cuando convirtieron a Vox en tercera fuerza política”.
Una vez esté Vox en el Parlamento, ha añadido, su objetivo es “mantener vigilado” al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en sus “derivas y tentaciones” porque tiene “un ojo izquierdo y otro que mira a los nacionalistas”, ha condenado antes de reprocharle que “solo” diga “Galicia al cubo” y se olvide de España.
Así, ha presentado su partido como el del “sentido común” frente a “la locura izquierdista”, pues ha considerado que estas son las “dos opciones” posibles, dos “proyectos antagónicos”.
Por su parte, el candidato Ricardo Morado ha destacado dos conceptos que han estado presentes durante la campaña, el primero, “el miedo”, encarnado en la “chusma” que, según ha dicho, ha protagonizado una protesta antifascista frente al lugar donde se ha celebrado el acto.
Ellos, ha enfatizado, tienen miedo porque “somos incómodos, somos rebeldes” y porque el día 12 “vamos a llegar al Hórreo y decir lo que no queréis escuchar”.
El siguiente concepto, ha señalado, es “la esperanza” por defender las familias, lo tradicional, los campos y por luchar por los mayores. “Me ha traído la esperanza por mi hija que tiene tres años, por poder criarse en una Galicia en la que pueda elegir hablar gallego o español”, ha subrayado Morado.
En las afueras del recinto se ha producido una concentración antifascista, en la que, al término del acto, han arrojado dos bengalas que han provocado algunas cargas policiales.
En torno a dos centenares de personas han protestado, con una gran pancarta que rezaba “Contra el fascismo ni un paso atrás”, al grito de “fuera fascistas de nuestros barrios”.
Frente a esta consigna, los asistentes al mitin se han levantado de sus sillas antes del comienzo de las intervenciones coreando al unísono “Que viva España” y agitando sus banderas.
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