La heredera de la Corona y su hermana, con vestidos negros en señal de luto, han llegado acompañando a sus padres a las puertas del templo, han accedido al interior y han ocupado junto a ellos los sitiales destinados a los miembros de la Familia Real.
Justo antes de ubicarse en el lugar desde el que iban a seguir la ceremonia, se han santiguado ante el altar, al igual que ha hecho su padre.
En los últimos años se han ido sucediendo los actos oficiales en los que la princesa y la infanta han estado presentes, pero hasta ahora no habían asistido a ninguna misa funeral de carácter institucional.
El funeral por las víctimas de la COVID-19 no ha sido de Estado, ya que ha sido promovido por la Conferencia Episcopal, pero sí han acudido representantes de todas las instituciones.
Doña Leonor y doña Sofía, también vestidas de luto en esa ocasión, sí participaron el pasado 27 de mayo en el minuto de silencio que presidieron los reyes en el Palacio de la Zarzuela junto a una bandera de España a media asta por los fallecidos de la pandemia.
Casi un mes antes, el 23 de abril, Zarzuela difundió un vídeo de ambas en el que se sumaron a la ola de solidaridad ante el momento de «enorme dificultad» que vivía España al destacar el sufrimiento de quienes habían perdido a un familiar por la pandemia y agradecer la tarea de los que «están ayudando y cuidando a los demás de tantas maneras».
La última vez que se vio públicamente a las hijas de los reyes fue el pasado 26 de junio en una videoconferencia con los ganadores de los premios Princesa de Girona y en la que, en catalán, doña Leonor lamentó que se haya tenido que aplazar este año la entrega de esos galardones a causa del coronavirus.
Una semana antes, el 19 de junio, acudieron junto a sus padres a un espectáculo en los Teatros del Canal de Madrid en apoyo a la reapertura de los espacios escénicos una vez levantado el estado de alarma.
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