A punto de que concluya el escrutinio en Euskadi, Vox entraría por primera vez en la cámara autonómica vasca con un escaño por Álava, la tierra de su líder, Santiago Abascal.
«Se terminó el silencio. Se abre una nueva época para los vascos, que por fin van a tener una voz contra el nacionalismo, los herederos de ETA y esa izquierda liberticida», ha afirmado Garriga en una comparecencia ante los medios en la sede nacional del partido.
Según el director de campaña de la formación verde, es «un éxito sin precedentes», a pesar de que «las elecciones ni han sido libres, ni democráticas» por el hostigamiento sufrido «en todos y cada uno» de sus mítines.
Respecto a Galicia, donde Vox no obtendría ningún diputado, Garriga ha apuntado que «no se pierde la esperanza» porque los gallegos «están representados» por Vox en el Congreso.
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