Casado ha hecho estas manifestaciones durante su discurso de homenaje al concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado hace 23 años por ETA, en un acto en el que la hermana de la víctima, Marimar Blanco, no ha podido evitar las lágrimas al recordar que este mismo año sus padres han fallecido durante la pandemia de coronavirus.
El líder del PP ha querido referirse también a las elecciones gallegas y ha afirmado que desde ayer esa comunidad tiene «un gran presidente» que seguirá reivindicando los valores que defiende el PP en todo el país, desde el primer al último municipio o parroquia donde gobierna o es oposición.
Casado ha recordado que más del 70 % por arco parlamentario vasco estará «en manos de los nacionalistas y los independentistas batasunos», PNV y Bildu, dos partidos que «o bien piden beneficios penitenciarios (para los presos de ETA) o que se pase página» sin condenar los crímenes de la banda terrorista.
Ha dejado claro que su partido seguirá defendiendo en el Parlamento de Vitoria la memoria, la dignidad y la justicia de las víctimas y reivindicando su «sacrificio y su heroísmo sereno y moderado».
El líder del PP ha aprovechado para enumerar algunas de las demandas de su partido en materia antiterrorista, como la condena de los homenajes a los etarras que salen de prisión, porque «un país que no respeta a sus muertos no merece la pena».
«Lo que está pasando ahora no se puede permitir», ha enfatizado al reprochar al Gobierno los cuarenta acercamientos de presos etarras en un año a cárceles del País Vasco o de comunidades cercanas a Euskadi.
Ha hecho suyas las reivindicaciones de las víctimas y ha pedido que la historia del terrorismo se estudie en las aulas para no cosificar el dolor de quienes han sufrido su barbarie, porque de no ser así, ha dicho, «perderemos la esencia como nación y seríamos un pueblo de segunda clase».
Los populares, ha añadido, seguirán demandando la imprescriptibilidad de los asesinatos terroristas y la colaboración efectiva de los etarras para el esclarecimiento de los atentados aún no resueltos.
Una colaboración obligatoria para que los presos etarras puedan progresar de grado, ha subrayado.
Durante el acto, tanto el presidente del PP madrileño, Pío García Escudero, como el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, han mostrado su preocupación por los resultados de Bildu en las elecciones vascas y, sobre todo, porque tres exetarras con delitos de sangre se sienten en la Cámara vasca.
«No podemos permitir que los verdugos ganen el segundo tiempo años después», ha dicho Díaz Ayuso en referencia a los resultados electorales de Bildu, que suponen, a su entender, «un fracaso del Estado» y dibujan un panorama demoledor que «debería preocuparnos», ha afirmado.
A su juicio, «hay silencios tan radicales y tan cómplices como las pistolas».
La presidenta madrileña también ha aludido al avance del BNG en Galicia y ha augurado que en cuatro años esa comunidad puede ser fagocitada por el nacionalismo.
Martínez Almeida, por su parte, ha opinado que en el País Vasco nunca hubo un conflicto -«había unos que ponían la pistola y otros la nuca», ha dicho- y ha ratificado el compromiso de Madrid con las víctimas para no «blanquear» la historia del terrorismo.
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