Dicho informe, encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) afirma que, incluso con la eliminación de todas las entradas de nutrientes procedentes de la cuenca, la liberación de nutrientes desde sus fondos y los aportes desde las aguas subterráneas continuarán bastante tiempo.
Por tanto, es necesario «impedir la entrada de sedimentos» y mejorar las técnicas de fertilización agrícola en cantidades, tiempo y formas de aplicación, para conseguir que la propia cuenca sea capaz de eliminar los nutrientes que aun pudiesen circular, según datos del IEO.
Asimismo, se deberían adoptar medidas para reducir los aportes desde los centros urbanos ribereños, mejorando la red de saneamiento y evitando descargas de los afluentes urbanos tratados o sin tratar a la laguna.
Para alcanzar la recuperación, el IEO recomienda aplicar «soluciones basadas en la naturaleza», como por ejemplo, reparar cauces, reducir la erosión, incrementar la cobertura vegetal, y proteger y recuperar de humedales periféricos, entre otras soluciones.
En relación con posibles actuaciones en la laguna, el informe señala que las medidas de tipo paliativo, como «incrementar los aportes de agua desde el Mediterráneo», no son una opción óptima para solucionar el problema, ya que no actúan sobre su origen y además podrían provocar efectos colaterales completamente indeseables en hábitats vulnerables del Mediterráneo adyacente.
Del mismo modo, las medidas dirigidas a oxigenar las aguas en caso de anoxia tampoco pueden ser consideradas soluciones óptimas a escala lagunar.
Para ello, el informe del IEO señala que la eficacia de las actuaciones que se pongan en marcha dependerán del estado real de los hábitats, comunidades y especies de la laguna, así como los de la franja adyacente del Mediterráneo, los humedales litorales de la laguna y otros espacios protegidos asociados al Mar Menor.
El IEO detalla que para conocer la evolución del ecosistema se han analizado parámetros como batimetría, tipos de fondo, composición de los sedimentos, campo térmico, material en suspensión, patrón de circulación lagunar, flujo de entrada/salida en el canal de El Estacio y tiempos de renovación lagunar.
Otras medidas estudiadas han sido respuestas del plancton, turbidez y praderas marinas, impacto de los episodios de DANA en el Mar Menor y situación de las poblaciones de Pinna nobilis (nacra).
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