En medio de la polémica por los presuntos negocios ocultos del rey Juan Carlos, don Felipe y doña Letizia han proseguido en Castilla y León su gira por las comunidades autónomas que ha concluido en Soria, donde cientos de personas les han ovacionado durante su recorrido por las calles del centro.
Vinuesa ha sido la primera escala y donde los reyes han dejado una estampa inédita al juntarse con un grupo de seis personas mayores con las que han conversado en mitad de la plaza sobre el problema que tienen los pueblos con la despoblación y la falta de oportunidades para los jóvenes.
«Los mayores son los que más han sufrido», ha comenzado el monarca la charla para reconocer lo que ha representado la pandemia para este colectivo.
Cuatro hombres y dos mujeres, escogidos por sorteo por el alcalde, han sido los protagonistas de la tertulia protagonizada en La Plazuela.
Uno de los tertulianos ha recordado cuando el entonces príncipe estuvo en Vinuesa en 1977 en un campamento junto al pantano de la Cuerda del Pozo.
«Usted ya ha estado aquí, ¿no?», le ha preguntado, a lo que el rey ha contestado: «Así es. Con nueve años subí a la Laguna Negra».
Don Felipe se ha sentado en un banco y doña Letizia en otro de enfrente y han ido conversando con unos y otros sobre sus vidas, las perspectivas de futuro de los pueblos y lo que ha supuesto el confinamiento.
El más veterano de los tertulianos ha sido Antonio Medrano, de 86 años y jubilado después de haber sido carnicero en Vinuesa durante 70 años.
Medrano ha trasladado a los reyes la necesidad de que haya más ayudas para que el pueblo siga teniendo vida.
«Que se puede vivir bien aquí, pero hace falta industria, porque si nos quedamos sin gente, ¿para qué queremos la carnicería?», ha reflexionado.
Emilia Escribano, de 81 años, ha relatado que abrió el primer hotel del pueblo hace 35 años y ahora tiene otros dos establecimientos, si bien ha lamentado que el turismo «ha bajado mucho» por la pandemia.
Más pesimista por la crisis se ha mostrado Alberto Garrido, de 79 años y todavía dedicado a la carne y a la ganadería.
«Antes del covid, ya las cosas estaban horrorosas. Yo aún no estoy jubilado, pero no te dejan trabajar. Todo son pegas, inspecciones… Están dando el dinero al que no trabaja», ha reconvenido Garrido.
La visita a Vinuesa ha recordado a la que ya hicieron en 1984 los reyes Juan Carlos y Sofía, que dio pie a que la plaza Mayor pasara a ser bautizada con el nombre del anterior jefe del Estado, ahora en la picota por la investigación sobre los dineros que pudo ocultar en Suiza.
Los visontinos han brindado una afectuosa bienvenida a la comitiva real, con los balcones engalanados con banderas de España y de Castilla y León y vítores de «¡vivan los reyes!».
También en la ciudad de Soria les han acogido con un baño de masas durante el paseo por la calle principal tras visitar el instituto donde dio clases el poeta Antonio Machado, donde han tenido una reunión con representantes de diversos colectivos.
Muchos de los ciudadanos han exhibido lemas, banderas y camisetas de la plataforma «Soria ¡Ya!» para reclamar ayudas económicas urgentes para la provincia mientras vitoreaban a los reyes.
Una de las anécdotas la ha protagonizado Felipe VI, quien al llegar a la plaza del Ayuntamiento, se ha percatado que estaba descolgada de la valla una pancarta con el lema del movimiento reivindicativo -«Soria quiere futuro»- y ha ayudado a colocarla bien para que se viera.
En Vinuesa, don Felipe ha defendido que las zonas más despobladas dispongan de «todas las posibilidades y alternativas y se fomenten iniciativas que favorezcan la movilidad», mientras que la reina se ha interesado por los servicios a nivel local, han informado fuentes de la Casa Real.
En la visita, que ha concluido en el Palacio de la Audiencia, donde está la maqueta conmemorativa del 900 aniversario de Soria, han participado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, entre otras autoridades.
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