La visita de Felipe VI y doña Letizia a Cataluña forma parte de la gira autonómica que están realizando tras levantarse el estado de alarma a causa de la pandemia de coronavirus, cuyos rebrotes han obligado a recortar su agenda en este viaje.
En concreto, tenían previsto protagonizar en la tarde de este lunes varios actos en Barcelona que, finalmente, han quedado pospuestos.
La pareja real ha llegado a las puertas del Monasterio de Poblet acompañados por Illa y la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, quienes les han recibido en el aeropuerto de Reus.
En el complejo monacal les esperaban su abad y el prior, Octavi Vila y Rafael Barrué, respectivamente, y con quienes han accedido al interior.
Allí prevén recorrer diversas estancias como su claustro, las tumbas reales, el museo, el archivo del que fuera presidente de la Generalitat Josep Tarradellas, la bodega, las cocinas, la biblioteca y los antiguos dormitorios, además de mantener un encuentro con la comunidad benedictina.
Los accesos al monasterio han permanecido cortados desde esta mañana, por lo que la marcha convocada por la Asamblea Nacional Catalana y otros grupos independentistas con el objetivo de expresar su protesta por la visita real no han podido llegar hasta la puerta de este edificio que ha obtenido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.
Sí se han podido escuchar los gritos, silbidos y cánticos contra la monarquía de los participantes en esas movilizaciones cuando don Felipe y doña Letizia han llegado al monasterio.
También esta mañana, como muestra de rechazo a la visita de los reyes, ha habido un sabotaje en la línea del AVE que comunica Barcelona con Girona y Figueres y que, mediante la quema de neumáticos en un tramo de vías entre estas dos poblaciones, ha afectado a varios trenes.
La de este lunes es la undécima visita de los reyes en su gira autonómica.
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