El ministro ha realizado estas declaraciones en la inauguración del curso «El yihadismo global en transición», organizado por la Fundación Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, dentro de los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, en Madrid.
Grande-Marlaska ha comenzado su intervención con palabras de recuerdo para las víctimas de la COVID-19 y ha pedido a los asistentes a estos cursos de verano que dispongan de las medidas de protección necesarias para combatir esta crisis sanitaria que «todavía estamos transitando».
Y es que para el titular de Interior la amenaza yihadista es una de las principales amenazas contra nuestra «sociedad abierta y plural» que atenta contra nuestros «principios esenciales».
Un terrorismo que, desde 2012, ha realizado un «llamada potente» a las filas a través de internet, algo que ha supuesto un movimiento de ciudadanos europeos a zonas de conflicto como combatientes terroristas.
El principal objetivo de estos radicales es organizar e inspirar atentados indiscriminados con la finalidad de producir el mayor número de víctimas.
Grande-Marlaska ha recordado a los españoles que han fallecido recientemente en estos atentados como María González y Alberto Chaves que murieron en una explosión en abril del año pasado en Sri Lanka o el misionero español Antonio César Fernández asesinado en Burkina Faso.
No obstante, el ministro ha destacado que en nuestras fronteras se han desarrollado numerosas operaciones contra las células de captación y la estructura de financiación de estos radicales que el año pasado se saldaron con 58 detenciones. En lo que llevamos de año se han producido 20 arrestos, a pesar de la crisis sanitaria.
Esta «amenaza global» necesita de la cooperación internacional. «La amenaza está muy presente en nuestro país y fuera. Es necesario el trabajo perseverante para el desmantelamiento y la lucha contra la radicalización», ha añadido.
Para Grande-Marlaska, una de las claves es «llevar la iniciativa» en todo momento, ya que es un fenómeno que está en «constante mutación y evolución» y mucha «capacidad de cambio».
También ha destacado en la importancia de luchar con la «contranarrativa» al fenómeno de la radicalización.
Para finalizar ha asegurado que estas células yihadistas, al igual que antiguamente ETA, ponen en valor «la entidad y la fuerza del estado de derecho» y ha dejado claro que «las herramientas de la ley» son «más que suficientes para hacer frente al terrorismo».
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