En una carta dirigida a los vecinos, el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, subraya que la prioridad es proteger la salud de las personas y, aunque la legalidad permite la libre circulación de personas, pide encarecidamente a la ciudadanía que reduzca todas las actividades que no sean obligatorias.
En la misiva, Aranza muestra su preocupación por el avance de la pandemia, especialmente en la provincia de Zaragoza, e incide en que la crisis sanitaria no terminó con el fin del estado del arma y el confinamiento y obliga a replantear y orientar los trabajos, las formas de ocio y las relaciones personales.
«Debemos ser precavidos para evitar contagiarnos y responsables, para evitar contagiar a otros», subraya el alcalde de Calatayud, para quien las alternativas diagnósticas disponibles son más lentas de lo deseable y «eso retrasa la detección de focos en entornos cercanos».
Asegura, asimismo, que para tomar decisiones le gustaría disponer de datos relativos al municipio que permitieran tomar las medidas más adecuadas y rápidas.
Así, además de recomendar a la ciudadanía que reduzca todas las actividades no obligatorias, anuncia que el ayuntamiento ha decidido «ir un paso más adelante» y ya ha comenzado con tareas de desinfección de calles, cierre de parques y de la residencia municipal y cancelación de actividades de ocio que pudieran generar aglomeraciones.
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