Casado ha respondido de esta manera al jefe del Ejecutivo que ha comparecido en el Congreso para dar cuenta del fondo de recuperación que aprobó el Consejo Europeo la semana pasada y del que a España le corresponde 140.000 millones, de ellos, 72.700 en ayudas a fondo perdido y el resto en créditos.
Ha asegurado que el PP «claro» que está satisfecho porque España haya conseguido este fondo, que, ha precisado, lo negociaron tres mujeres del Partido Popular Europeo, pero le ha reprochado que en las negociaciones se comportara «como el ciclista cansado, se puso a chupar rueda» y dejó que otros negociaran por él.
«Se quedó ahí, en esa escucha pasiva», ha insistido el líder popular para luego llegar aquí, al hemiciclo, «con un tercio de la piel del oso que no ha cazado usted».
Tras emplazara al presidente a elegir entre Europa y sus socios, «entre la moderación y la centralidad y los extremos», ha señalado además que no es tan importante la cuantía de las ayudas como el uso que se le dé al asegurar que el plan E que puso en marcha el entonces presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, con fondos europeos para afrontar la crisis de 2008 «no valió para nada».
Lo que hay que hacer, ha subrayado, es utilizar «correctamente» ese dinero y destinarlos, por ejemplo, a conexiones energéticas, eficiencia energética industrial, movilidad sostenible, recursos hídricos o luchar contra la pandemia, citando propuestas concretas planteadas por las comunidades gobernadas por el PP.
El líder del PP ha arremetido contra la gestión sanitaria, económica y política que Sánchez ha hecho durante la pandemia y le instado a abandonar el «triunfalismo ofensivo» y actuar con más «humildad» y menor «arrogancia» con quienes lo están pasando mal, para preguntar «qué aplauden tanto» los socialistas.
Ha hecho hincapié en que con este Gobierno España corre el riesgo de «tropezar por segunda vez en la misma piedra» debido a los nuevos brotes del coronavirus, que ya ha causado 45.000 muertes y que tiene a sus ministerios «desbordados» y ha advertido de que no puede estar «completamente pasivo».
Eso sí, Casado ha asegurado que en todo este tiempo los del PP han sido «leales como oposición» y le ha recordado todos los planes económicos, reformas legislativas y el llamado «Plan Cajal» por la sanidad que este partido ha puesto, sin éxito, sobre la mesa.
Incluso le ha emplazado a «encerrarnos aquí en agosto» para tratar de sacar adelante este pacto sanitario como en su día se hizo con las pensiones en el Pacto de Toledo.
Especial hincapié ha hecho en las consecuencias económicas de la pandemia y ha esgrimido las malas cifras en destrucción de empleo, paro, los cierres de empresas y los malos augurios de diversas entidades sobre una caída del Producto Interior Bruto que será «estrepitosa».
Pablo Casado también ha alertado al jefe del Ejecutivo de que declaraciones como la del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en contra de la decisión judicial de suspender el tercer grado a los presos del procés «cotizan en bolsa» y hacen que los inversores se pregunten si se van a «meter en España» por la inseguridad jurídica que denota animar a incumplir las ley que no guste.
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