En una entrevista con Efe y a la pregunta de por qué no se ha compartido el contenido de esas conversaciones con el PP, Montero ha argumentado que don Juan Carlos ya no está al frente de la jefatura del Estado, y por tanto su vida privada o los asuntos que surjan relacionados con su persona «no forman parte de las cuestiones de país que el presidente de Gobierno despacha con el resto de líderes políticos».
Con este argumento, Montero ha salido al paso de las críticas de los populares que estos días han recordado que una de las claves de la abdicación de Juan Carlos I fue la interlocución «fluida y constante» de Mariano Rajoy con Alfredo Pérez Rubalcaba», a quien hizo partícipe del proceso «por lealtad institucional».
Y sobre los reproches de Unidas Podemos por no haber sido parte de esta interlocución, Montero ha comentado que Sánchez tampoco ha trasladado esa información al «interior del Gobierno» porque «los despachos privados con el jefe del Estado no se comparten».
Montero ha precisado que Sánchez ha optado por el «sigilo» que debe ante los despachos privados con Felipe VI «sobre destinos, salidas o las maneras en que se producen este tipo de decisiones».
La también ministra de Hacienda ha subrayado que, «desde el primer día, el Gobierno saludó cualquier iniciativa que la Casa Real pudiera poner encima de la mesa en relación con la transparencia y la rendición de cuentas», y el presidente fue «muy franco y claro, y se hizo cargo del sentir mayoritario de los españoles, preocupados por la información que iba apareciendo».
Montero ha subrayado que don Juan Carlos no está imputado y ha reprochado que algunos (en alusión al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias) hablen de la «huida» del rey «como si fuera un prófugo de la justicia».
La ministra ha recordado que el abogado que atiende a Casa Real ya aclaró «que el rey emérito está a disposición de la justicia para cualquier cuestión».
Respecto a si se abre el debate monarquía-república como ha anticipado Iglesias, Montero ha señalado que la apuesta del partido mayoritario que sustenta al Gobierno es el «pacto constitucional, que ha tenido réditos muy importantes en materia democrática y económica» y ha subrayado que como partido mayoritario «tienen la palabra».
Sobre el desencuentro con Unidas Podemos a raíz de este asunto, la ministra le ha restado importancia y ha garantizado que el Gobierno está «muy satisfecho» y «muy cómodo» con la alianza.
Ha recordado que el Gobierno de coalición ha afrontado una de las tragedias más graves de los últimos años como es la crisis sanitaria y eso «une» porque «estas situaciones reafirman en los compromisos».
Montero, que se ha visto capaz de hablar por ambas formaciones políticas, ha insistido en que «las dos sensibilidades que se sientan en el Consejo de Ministros» están «cómodas» con la coalición.
La ministra ha asegurado que «no distingue un ministro del PSOE o uno de Unidas Podemos» porque «lo importante es el proyecto en marcha y una política útil para el conjunto de la ciudadanía. Me da igual que lo protagonice un ministro que viene de Podemos o del PSOE, esa no es la discusión».
«Estamos cómodos, estamos bien, estamos fuertes», ha concluido.
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