El Palacio de Marivent será el escenario de esta reunión, la tercera con Felipe VI a la que asiste Sánchez en Palma ya que se estrenó en el verano de 2018 tras triunfar la moción de censura que presentó contra Mariano Rajoy.
La audiencia sirve para repasar diversas cuestiones de actualidad y analizar la situación política y económica de España.
En esta ocasión los rebrotes de coronavirus y las consecuencias socioeconómicas que la pandemia está teniendo en el país estarán presentes con toda seguridad en la conversación entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno.
Pero también es previsible que aborden la situación del rey Juan Carlos después de que el lunes de la pasada semana Zarzuela hiciera público un comunicado en el que informaba de que abandonaba España.
Desde entonces se han barajado diversos destinos sin que la casa real, ni la Moncloa ni el abogado del padre de Felipe VI hayan desvelado hasta ahora su paradero.
Sánchez consideró «adecuada» la medida, elogió al rey por «marcar distancias» con Juan Carlos I ante sus posibles conductas irregulares y reivindicó la monarquía frente a las críticas de Unidas Podemos.
«No se juzga a instituciones, sino a personas», subrayó en su firme defensa de la Corona y del pacto constitucional después de que sus socios de coalición advirtieran de que la «huida indigna» del rey emérito al extranjero «deja a la monarquía en una posición muy comprometida y delicada».
En la misma línea, Sánchez dirigió una carta a la militancia socialista en la que defendía la monarquía y el pacto constitucional al subrayar que «una conducta irregular compromete a su responsable, no a la institución».
La situación de don Juan Carlos y su paradero serán cuestiones por las que se interesarán los periodistas en la conferencia de prensa que el jefe del Ejecutivo ofrecerá en Marivent.
Después de su comparecencia ante los informadores, Sánchez mantendrá una reunión en Palma con la presidenta de Baleares, Francina Armengol.
Un encuentro en el que abordarán la repercusión de la pandemia en la comunidad y el duro golpe que ha supuesto a un sector vital para ella como es el turismo.
En el encuentro que Armengol mantuvo con Felipe VI este lunes ya le trasladó esa «complicada» situación que atraviesa Baleares, que es la autonomía que ha sufrido un mayor impacto debido al parón de la actividad turística.
Según los cálculos del Gobierno autonómico, el PIB de las islas sufrirá este año un deterioro del 30 por ciento, por lo que Armengol pretende reclamar más medidas de apoyo específicas por parte del Ejecutivo central y participar de una forma mucho más activa en los fondos europeos que se han pactado.
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