ERC, que es el partido que ganó las elecciones municipales de mayo (26M) de 2019 en Cataluña, indica en un comunicado que la propuesta del Gobierno español de que los ayuntamientos cedan sus remanentes de tesorería «es inadmisible» porque resulta «una maniobra de confiscación oculta de sus ahorros».
Los republicanos ven en esta cesión del superávit de los ayuntamientos «una forma de perpetuar la austeridad y la recentralización», y reivindican que los consistorios «son una pieza clave para superar desde la proximidad» la crisis sanitaria, económica y social surgida de la pandemia de la Covid-19.
Para desarrollar su labor, los ayuntamientos «tienen que disponer de todas las herramientas y recursos», afirma la alcaldesa de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), Mireia Ingla (ERC), que niega que la confiscación de los remanentes pretenda favorecer a los municipios.
La demostración de esto, precisa Ingla, es que no se prevé «ninguna ayuda para los consistorios que no tengan superávit» por lo que «la verdad es que con esta iniciativa se quiere sacar provecho de los ahorros de las administraciones locales».
Según la alcaldesa de Sant Cugat, «se trata de un nuevo ataque» a los ayuntamientos, que se suma a los que ya han sufrido «desde la aprobación de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y de la LRSAL impulsadas por el ministro Montoro el año 2013».
El resultado de estas leyes es que los ayuntamientos «han acumulado 17.000 millones de euros que no pueden disponer de ellos» y la propuesta del Gobierno pasa por cederlos como un préstamo al Estado para que éste los pueda utilizar durante los próximos doce años.
ERC recalca en su comunicado que los entes locales «no son una banca del Estado, sino el mejor instrumento para atender las necesidades de los ciudadanos, especialmente en un contexto de emergencia económica y social como el actual».
AM