El sindicato ACAIP-UGT ha explicado en una nota que el caso fue notificado el pasado miércoles por la propia funcionaria y “el centro comunicó según el protocolo a salud laboral la situación y quedaron en cuarentena 15 funcionarios con los que la compañera mantuvo un contacto estrecho”.
El sindicato ha lamentado que solo se les ha hecho la prueba PCR a dos de los quince afectados (las dos negativas) y los restantes «están a la espera de una llamada del sistema andaluz de salud, que no llega a pesar de trabajar en un servicio público clasificado de esencial durante la época más dura del estado de alarma”.
Ha destacado que la entrada de la covid-19 en un medio cerrado como una prisión, con internos inmunodeprimidos y con un contacto estrecho, «podría tener consecuencias imprevisibles».
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