En una entrevista con la Agencia EFE reconoce la «preocupación» por el «momento de gran crecimiento de contagios» de la ciudad y que achaca al aumento de la movilidad en verano y a las relaciones sociales tradicionales como «la paella de los domingos», que se ha revelado como causa de contagio, por lo que apela a «la disciplina personal».
No obstante, el alcalde recuerda que Valencia «sigue estando por debajo de la media de contagios y fallecimientos de España», lo que «no está mal».
Recuerda que se desarrolló una iniciativa de hacer pruebas masivas de PCR a todo el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz y su resultado, valora, «no se corresponde con el gran esfuerzo logístico y económico» que supuso.
«El planteamiento de los PCR, como está haciendo tanto el Ayuntamiento de Valencia como la Generalitat, es el correcto. Cuando una personas aparece con síntomas, hay que hacerle automáticamente el test y si es contagiado, hay que hacerlo a todo su entorno y eso sería lo normal», apunta.
Pero, añade: «Hacer PCR de forma indiscriminada nos da una foto de hoy que mañana puede cambiar y el sentido y significado de estos PCR desde el punto de vista sanitario es muy discutible».
«Se lo decimos a la derecha cuando lo pide insistentemente -PCR masivos- y se lo decimos a todos: es necesario hacer los PCR que haga falta, al personal de riesgo, al que tiene síntomas y al que ha estado en contacto con personas contagiadas, pero hacerlos de forma indiscriminada no aporta nada y tiene coste económicos y logísticos elevados», sostiene.
Cree que hay «muchos factores» que influyen en el crecimiento de los contagios en la ciudad, aunque el principal es el «aumento de la movilidad en los meses de verano, lo que implica más contactos y más posibilidades de que el coronavirus pueda contagiarnos a todos».
«En general en Valencia y la Comunitat Valenciana se han hecho las cosas bien», sostiene y destaca que es «una de las pocas comunidades en las que el número de rastreadores cumple los parámetros que piden las autoridades sanitarias internacionales».
No obstante, precisa que es una zona de «destino turístico» tanto de valencianos como de personas de fuera, como los madrileños que viajan a la costa de Gandia, de Cullera o del sur, y considera que «quizá ha habido cosas que se tenían que haber hecho antes».
«Pedí que los locales de ocio nocturno, si no cerrarlos, se hubieran tenido que controlar más y estar más limitados y si eso se hubiera hecho un poco antes, hubiéramos podido mejorar un poco», agrega.
También resalta que Valencia «es una zona en la que la relación social es muy intensa» y detalla: «La paella de los domingos es una cosa típica de aquí y está apareciendo como motivo de contagio y tenemos que hacer un esfuerzo».
«Estamos en un momento delicado y hay que decir que el aumento o el control de los contagios depende fundamentalmente de las actitudes personales», según Ribó, quien, por eso, hace un llamamiento a la «disciplina personal» de toda la gente, «desde los mayores a los jóvenes».
Joan Ribó confía en que se pueda «controlar la pandemia rápidamente» porque augura que en septiembre, con la vuelta al cole de los niños, se dará «otro problema al que tendremos que buscar soluciones».
Estrella Digital