El incendio, el mayor del año en España hasta ahora con 1.934 hectáreas carbonizadas, al parecer se desató cuando los investigados realizaban labores de segado con maquinaria agrícola que carecía de las medidas de seguridad reglamentarias, ha informado este lunes la Guardia Civil de Zamora en un comunicado.
Esos trabajos se realizaban además en un terreno situado a menos de 400 metros de una masa forestal, por lo que puede ser constitutivo de un delito de incendio forestal recogido en el artículo 352 del Código Penal.
Ese delito está tipificado con penas de prisión de uno a cinco años, que podría conllevar penas mayores, de hasta veinte años, cuando hubiera existido peligro para la vida o integridad física de las personas.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil inició las investigaciones el mismo día de iniciarse el incendio y continuó la investigación al día siguiente en coordinación con agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León.
Dos días después investigó a las dos personas que realizaban los trabajos, que ya han pasado a disposición judicial.
El incendio, avivado por el fuerte viento, llegó a las puertas de los cascos urbanos de Domez y Vegalatrave, se acercó al de Losacio, quemó dos naves ganaderas, una casa abandonada usada de almacén, un chozo para guardar aperos y un camión autobomba de los servicios de extinción.
En las labores de extinción llegaron a intervenir diecinueve medios aéreos y 446 efectivos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, la UME, el Ministerio para la Transición Ecológica y la Diputación de Zamora.
AM