En la rueda de prensa, tras la reunión de casi dos horas, ha dicho que ahora «la pelota está en el tejado» de Sánchez y ha confesado que no sale «satisfecho» del encuentro, sino que sigue «muy preocupado» porque el presidente pide una «adhesión inquebrantable a una gestión muy mala».
Aunque ha asegurado que por él «no va a quedar» ha rechazado negociar los presupuestos estatales, para los que se ha mostrado convencido de que Sánchez ya cuenta con los apoyos suficientes, porque «nadie» se lo ha negado, y solo busca un «ejercicio de aclamación» del PP y utilizar a este partido como «atrezzo».
Casado ha justificado que no puede apoyar el presupuesto de un Gobierno con Podemos como socio, un partido «comunista, que pide la abdicación del rey, defiende la autodeterminación de Cataluña y quiere ‘blanquear’ a Bildu» y aparte de este principal escollo ha argumentado que no conoce ni una línea de las cuentas públicas.
También que estos presupuestos no son necesarios para recibir las ayudas europeas.
En lo que respecta a la renovación de los órganos constitucionales, Casado también asegura que no puede negociar con el Gobierno en el que está Podemos, un partido imputado por financiación ilegal, por lo que «el problema lo tienen ellos y no el PP», ha dicho a Sánchez.
Así, aunque ha afirmado que por él «no va a quedar», los únicos acuerdos que se vislumbran entre el PP y el Gobierno tras este encuentro, son una reforma legal para afrontar el coronavirus, la creación de una Agencia para la Recuperación Económica de España, o pactar el plan de recuperación y resiliencia para la UE.
Además, ve posibilidad de pactos en el ámbito sanitario, mientras que sobre el tema de los presupuestos, Casado ha insistido en que aunque ha venido para «arrimar el hombro», se hace «más difícil» si el hombro del otro se apoya «en un partido radical», en referencia a Podemos.
Ha insistido en que al PP no le va «a presionar nadie» y no aceptará un «trágala» con los presupuestos aunque serán «sensibles a los intereses de los españoles» para salir de la crisis.
Por ello, ha avanzado que el PP aceptaría debatir en el Congreso el plan de cumplimiento de las recomendaciones semestrales de la UE para «dar un mensaje fuerte» en Europa de ir con el apoyo parlamentario en estos ámbitos.
Casado ha enviado un mensaje también a Ciudadanos, por su disposición a negociar los presupuestos, al que ha reprochado que ahora sea menos exigente con el Gobierno de coalición que en 2015 con el PP, al que exigió la dimisión de varios cargos imputados judicialmente.
Y le ha instado a determinar si sus posibles alianzas con el PSOE «suman o restan más» al espacio político de centro derecha que comparte con el PP, es decir si serán «positivas para el rédito electoral».
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