Maroto ha empleado un duro tono en su intervención este martes ante el pleno del Senado al contestar a la larga exposición inicial que Sánchez ha hecho en su comparecencia monográfica ante la Cámara Alta y acusarle de actuar con el «único» propósito de seguir siendo presidente del Gobierno y continuar ocupando el poder «como sea».
Y además de hacerlo junto a partidos «imputados por corrupción», en referencia a Podemos, sujetándose «al poder» con formaciones que «no respetan la Constitución», que «quieren destruir el sistema de convivencia» y que también «atacan al rey».
«Qué más da cómo sean esos socios, qué mas da lo que hagan mientras le mantengan ahí», ha espetado al presidente, que en su opinión ha pasado de «ejercer un manual de resistencia a uno de supervivencia» y con un programa político que solo consiste en «estar en el poder y retenerlo».
Javier Maroto ha considerado «vacío» su discurso de casi hora y media ante el pleno del Senado porque «pide apoyo sin decir lo que quiere hacer» y «sin escuchar» a la oposición, y le ha recalcado que el PP no va a seguirle el «juego» de «apoyarle en lo que dice», porque, si no lo hace, es que «estamos en contra de España».
«No es así», ha enfatizado el portavoz del grupo popular, que ha aprovechado para afear a Sánchez que hubiera filtrado a la prensa el mensaje de whatsapp que intercambió con el líder del PP, Pablo Casado, sobre la renovación del CGPJ; ha dicho que, si él hubiera hecho algo así, se «moriría de vergüenza».
Dentro de su argumentación sobre la falta de credibilidad del presidente, Maroto ha asegurado que acude al pleno del Senado no por una «convicción democrática», sino por «una conveniencia estética», que consiste en «fingir que usted habla con todos en todas las instituciones».
Y como Sánchez ha calificado de «bendito debate» las críticas al hecho de que el ingreso mínimo vital solo llegue al 1 por ciento de los solicitantes, ha aprovechado para enfatizar que ese es precisamente el porcentaje de «credibilidad» que le queda al líder socialista.
Javier Maroto, que también ha criticado al presidente por estar de vacaciones mientras la pandemia crecía hasta costar la vida ya a más de 50.000 españoles, ha calificado de «indigno» que ceda ante el independentismo catalán para salvar los presupuestos.
En todo caso, ha defendido el valor del PP como partido que puede participar en acuerdos «de Estado» y ha anticipado que lo seguirá haciendo en el futuro.
Pero ha tratado de dejar claro al presidente que solo podrá contar con ellos para «medidas concretas» cuyo contenido se conozca y no para lograr un «cheque en blanco» a unos presupuestos de los que no se conoce «nada» y de los que «no sabe si los apoyan las dos partes del Gobierno».
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