Estos alumnos se unen a los 94.758 niños del primer ciclo de infantil (0-3 años) que volvieron a clase el pasado viernes.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido a los sindicatos en el acto de inauguración del curso escolar que «no politicen» la vuelta al colegio con la convocatoria de una huelga el 22 y 23 de septiembre, ya que es el momento de «remar» juntos para sortear al virus.
También ha destacado el «esfuerzo» presupuestario de la Comunidad de Madrid al invertir 370 millones de euros este curso con medidas como la incorporación de 10.610 docentes, la digitalización de las aulas o la adaptación de los espacios.
La mayoría de padres, madres, profesores y orientadores consultados por Efe han coincidido en que los centros educativos han realizado un gran esfuerzo, sobre todo en las medidas de seguridad e higiene, aunque también han criticado la falta de previsión en este arranque de curso.
«Los niños han regresado muy ilusionados. Es normal, después de seis meses sin ver a sus profesores y a sus compañeros, lo estaban deseando. Además, su comportamiento ha sido ejemplar. Todos han respetado las nuevas normas», ha señalado a Efe Nieves, profesora de primaria de un centro concertado de Aranjuez.
Nieves ha resaltado que la organización de los accesos y de las salidas «ha salido bien», ha estado «todo bastante ordenado», aunque lamenta que el centro todavía no conozca el número de profesores con los que va a contar, debido a la reorganización de clases que han tenido que hacer al reducirse la ratio por clase a 20 alumnos.
Salomé, profesora de infantil de un colegio de Madrid, comenta que la Inspección había accedido a que en su centro mantuvieran más de 20 alumnos por clase, ya que había espacio suficiente para mantener la distancia de seguridad entre alumnos, pero el lunes «cambió de idea».
«Ahora tenemos que dejar todos los grupos en 20 alumnos, por lo que el centro necesitará contratar, al menos, a seis profesores más a última hora», explica.
Uno de esos profesores que están siendo llamados a última hora ha sido Laura, que se queja de que «hasta las 18.50 horas de este lunes no se publicaron los listados», por lo que no se ha podido incorporar a su nuevo centro, un colegio público de Madrid, hasta bien entrada la mañana.
«Ayer me comunicaron que a las 8.00 horas tenía que ir a hacerme los test y, sin conocer los resultados ni nada, me he incorporado», afirma sorprendida Laura, que no sabe si se quedará en este colegio «para el resto del curso o tendrá que irse a mitad».
Otro profesor, Jaime, fue sometido a un test el jueves pasado, dando positivo en un primer momento, por lo que ha estado en cuarentena, sin poder incorporarse a su puesto en un colegio público de Algete, hasta que este lunes le han informado de que su PCR ha sido negativa.
«Mañana me incorporaré y tomaré contacto con mis nuevos alumnos de primero de primaria. Aunque no sé que me voy a encontrar, ya que han puesto en marcha una nueva línea de mi curso», comenta.
Los sindicatos de educación denuncian que buena parte de los alumnos han vuelto a clase con las plantillas de profesores incompletas y aseguran que faltan aún por nombrar a «más de la mitad» de los 10.610 docentes prometidos.
Fuentes de la Consejería de Educación han precisado a Efe que «se han incorporado o se incorporarán a lo lago de hoy y mañana» los 600 docentes del cupo acordado con los sindicatos, 4.081 maestros de primaria y 1.635 profesores de secundaria cuyas plazas se adjudicaron ayer, más 165 especialistas y 85 educadores.
A partir de hoy, continúan las asignaciones de las restantes plazas, así como la contratación de docentes por parte de los centros concertados.
Más allá de estos asuntos organizativos, la incidencia más destacable ha tenido lugar en el Liceo Francés de Madrid, el primer centro de la región con una clase en confinamiento preventivo después de que un alumno de primaria notificara síntomas de COVID-19 tras estar en estrecho contacto con un caso positivo.
Con esta situación, en la vuelta al cole algunos padres como Isabel, madre de una niña de 5 años, han decidido por el momento no llevar a su hija a clase, ya que su marido es persona de riesgo y ve «una absoluta locura» meter a la pequeña en un aula junto con otros 20 niños.
«Hasta los 6 años la educación no es obligatoria, pero sí nos preocupa poder perder la plaza de la niña», confiesa Isabel, quien ha pedido a su centro concertado de Chamartín que les facilite la opción de seguir educando a la niña en casa, con el apoyo del tutor a distancia, como han hecho durante el confinamiento.
Sin embargo, otros padres, como Juan y María, que llevaban a su hijo de tres años por primera vez a su nuevo centro de Arroyomolinos, han preferido que el niño se incorpore ya a las aulas, pese al miedo de que pueda haber un positivo en el centro.
La vuelta al cole será escalonada y continuará con el resto de etapas y enseñanzas hasta el 21 de septiembre: el miércoles será el turno de los estudiantes de 3º y 4º de ESO y de bachillerato.
Estrella Digital