Sánchez se ha expresado en estos términos en el Pleno del Senado con el que se ha abierto el curso legislativo en referencia a los reparos que ha puesto el PP a negociar con el Gobierno mientras en él esté Podemos, porque éste es un partido «investigado».
«Para ustedes, la presunción de inocencia no vale», se ha quejado el presidente del Gobierno después de afear a los populares que, si se siguiese su lógica de no negociar con un partido sospechoso de irregularidades, nadie podría acercarse a sus dirigentes populares «a menos de cien metros de distancia».
Porque el PP, ha subrayado el jefe del Ejecutivo, es un «partido condenado por corrupción», «con ministros condenados, y no ni uno ni dos», que «pretende impartir lecciones».
Sánchez se ha expresado así el mismo día en que el presidente del PP, Pablo Casado, ha marcado distancia con la dirección del partido en la época en la que se enmarca la Operación Kitchen, que apunta a que altos cargos de la administración general del Estado durante el Gobierno de Mariano Rajoy podrían estar involucrados en un presunto operativo para localizar material comprometedor en manos de Luis Bárcenas.
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