Sánchez ha aprovechado una descalificación a la gestión del Ejecutivo que le ha lanzado Abascal en el Congreso para considerarla un «lapsus» con el que su interlocutor -del que ha remarcado que hace 42 días que anunció una moción de censura que aún no ha presentado- ha equiparado «gobiernos democráticos a gobiernos de la dictadura franquista».
Y es que Abascal, al preguntar a Sánchez en la sesión de control del Congreso, le había acusado de presidir el «peor gobierno que ha tenido nuestro país en 80 años, el que ha provocado la mayor destrucción de la economía, la mayor destrucción del PIB, la mayor deuda pública y la mayor división territorial».
Con estas palabras, el presidente considera que «lo que ha venido a decir es que usted echa de menos algunas formas de gobernabilidad en nuestro país afortunadamente superadas».
Y como Abascal también había criticado que el Gobierno promueva una Ley de Memoria Democrática o «Ley de Memoria Totalitaria» con 15 millones de euros destinados a «quitarnos más libertades», según su apreciación, Pedro Sánchez ha proseguido su argumentación en favor de las afinidades franquistas del interpelante.
Le ha señalado que comprende que no le guste esta norma porque gracias a ella, ha subrayado, «vamos a prohibir e ilegalizar fundaciones que defienden la dictadura franquista, como la Fundación Francisco Franco».
En suma, el líder socialista concluye que los dirigentes de Vox «solamente hacen teatro, no hacen política» y quieren «polarizar» y «sembrar el odio» en la población española, si bien ha asegurado que no lo van a lograr aunque ya hayan conseguido «arrastrar al centro derecha a posiciones de ultraderecha».
También les ha reprochado que traten de «deslegitimar las instituciones» incluido un Gobierno cuyos partidos ganaron las elecciones cinco veces el último año y ha circunscrito su «patriotismo» al «odio y al miedo».
Santiago Abascal le ha confirmado que presentará en el mes de septiembre la moción de censura contra Pedro Sánchez, tal y como anunció en julio, y le ha apostillado: «porque yo no miento, como usted».
También ha traído a colación que el presidente lamentara ayer en el pleno del Senado la muerte del preso de ETA Igor González Sola, que se suicidó en su celda de la cárcel de Martutene, al enfatizar que él nunca dará el «pésame» por la «muerte voluntaria» de «uno de sus cómplices de investidura».
Ha arremetido contra la gestión que el Gobierno ha hecho de la pandemia en todos sus frentes, y ha recordado a Sánchez que al regreso de su «vacaciones de sultán» los españoles siguen soportando «la ruina económica», una «nueva amenaza sanitaria» y el «miedo» por la vuelta al colegio.
En este panorama, ha enfatizado que el vicepresidente Pablo Iglesias se quiere «cargar la monarquía constitucional», el Gobierno fomenta «políticas de género que nos enfrentan más» y todo ello «con inmigración masiva y llenando España y nuestros barrios de inseguridad y de menas».
«Son ustedes una catástrofe con patas para España», ha concluido.
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