El proyecto de atención al enfermo crítico complejo apuesta por garantizar un acceso equitativo a cualquier ciudadano de Cataluña y ha supuesto una inversión de unos 3 millones de euros en vehículos, además del personal involucrado, que depende de los hospitales Vall d’Hebron y Sant Pau, de Barcelona; Bellvitge, de l’Hospitalet de Llobregat, y Germans Trias i Pujol, de Badalona, además del SEM.
El director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Adrià Comella, ha explicado que el plan está dirigido a pacientes en estado crítico de alta complejidad de todas las edades, incluidos los niños.
Según Comella, unos 1.400 pacientes al año, en situación de no pandemia, se pueden ver beneficiados por esta nueva organización en su atención.
Las dolencias que serán atendidas por este grupo de sanitarios especializados, unos 70, según datos de Salud, son la hipotermia accidental, choque cardiogénico, fallo multiorgánico, insuficiencia respiratoria y pacientes neurocríticos.
Los 13.000 pacientes críticos que son atendidos cada año por patologías como ictus, sepsis, politraumatismos, choque hemorrágico o inestables o con ventilación mecánica continuarán con el mismo tipo de vigilancia médica que la ofrecida hasta ahora.
Por su parte, la doctora Xenia Acebes, del CatSalut, ha precisado que se trata de acercar técnicas muy especializadas de las UCI, incorporar al SEM a profesionales vinculados a las unidades de críticos de tercer nivel para atender a pacientes críticos de alta complejidad y mejorar la dotación del SEM, tanto de vehículos de asistencia como de transporte de pacientes críticos.
Fuentes del Departamento de Salud han precisado que los recursos para cubrir las necesidades específicas de cada paciente se optimizarán a través de una mesa interhospitalaria y que el SEM dispone de dos unidades con personal altamente cualificado que pueden llevar la UCI donde el paciente necesite.
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