Ese órgano, informa el Gobierno gallego en un comunicado, ha determinado que Compostela debe pasar además a un nivel medio de restricciones, debido al agravamiento de sus datos epidemiológicos, toda vez que la incidencia acumulada a 14 días es de 143 por cada cien mil habitantes, a menos de dos semanas de la vuelta a las restricciones básicas.
Así las cosas, en la ciudad la hostelería deberá tener un aforo del 40 % en interiores y del 50 % en terrazas. El toque de queda se mantiene a las once de la noche.
Además, los municipios de Santa Comba, Mazaricos, Negreira, Carnota, Rodeiro, A Illa y Fisterra tendrán nivel medio alto.
En el caso de las localidades de Ribeira, Bueu y Baiona, subirán al nivel máximo de restricciones.
Y tras analizar la evolución de la Covid-19 en el conjunto de los ayuntamientos, los expertos abogaron por implementar una vigilancia especial en Verín, O Barco, A Rúa, Cedeira y San Sadurniño.
Por el contrario, se suavizan las limitaciones en Barro, Coristanco, Laxe, Carballo y Ponteceso, con lo cual recuperan la movilidad.
Las determinaciones adoptadas respecto a la Navidad, el gran reto de este mes de diciembre, serán comunicadas en una rueda de prensa que se celebrará este miércoles y en la que comparecerán el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, la directora general de Salud Pública, Carmen Durán Parrondo, y el gerente del Sergas, José Flores.
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