«Cuanto más logremos mantener el virus a raya más margen de tiempo vamos a ganar en el proceso de inmunización colectiva», ha dicho en rueda de prensa la consejera de Salud, Santos Induráin.
Ha subrayado que la interacción social favorece el repunte de contagios cuando no una nueva ola, de ahí la necesidad de adoptar para los próximos días festivos medidas similares en todos los territorios, por lo que Navarra apuesta por mantener el cierre perimetral y también el toque de queda entre las 23:00 y las 6:00 horas.
Se mantienen además las restricciones en seis personas de dos unidades convivenciales por grupo como máximo, así como aforos y horarios, que en la hostelería es del 100 % en terrazas y del 30 % en interiores sin servicio de barra, y cierre a las 21:00 horas, salvo comidas para llegar que se prolonga una hora más.
Las medidas entrarán en vigor este viernes pero podrán ser modificadas en función de lo que decida el Consejo Interterritorial de Salud tanto para el puente de San José como para Semana Santa.
La consejera de Salud ha señalado que Navarra tiene datos «alentadores» de incidencia, 125 casos a 14 días, positividad por debajo del 4 % y ocupación hospitalaria en el 3,6 %.
Ha advertido, sin embargo, de que en los últimos días hay «una ligera tendencia al alza, que si no es señal de alarma sí es un indicador que ha cambiado y lleva a la alerta». Ha precisado además que los positivos han crecido un 7 % y los ingresos han pasado de 31 semanales a 20.
«Las causas no son únicas», ha señalado, y ha apuntado que con la flexibilización de restricciones la experiencia demuestra que en diez días se nota un frenazo en el descenso de casos y también influye en los datos la cepa británica, que tiene más contagiosidad y representa el 70 %, motivos por los que ha insistido en la necesidad de mantener la vigilancia y la prudencia.
S.L.P.