La factoría Iván Alonso – Pedro Sánchez habían preparado la tormenta perfecta. Un plan infalible para asegurarse la reelección incluso este mismo año, en el caso de unas hipotéticas elecciones anticipadas. Descabezar todas las autonomías gobernadas por el Partido Popular, con la inestimable ayuda de Inés Arrimadas, la cual lleva mucho tiempo haciendo guiños a Pedro Sánchez, y cuyo summum llegó con la entrega de su partido a Salvador Illa en la campaña de las catalanas.
Con el mapa de España pintado de rojo, con la excepción de Galicia, con el giro al centro y al constitucionalismo tras su nueva alianza con Ciudadanos para lavar la cara, con su socio de gobierno salpicado en múltiples escándalos de corrupción que los jueces dictaminarán en próximas fechas, y con su enemigo político, porque no nos confundamos, así nos consideran, tocado y hundido tras las mociones de censura, y cada vez más debilitado por la sangría de votos hacia la derecha, Sánchez había dibujado el escenario perfecto para un adelanto electoral y así manejar los fondos europeos de reconstrucción a su libre albedrío. Un plan perfecto para perpetuarse en el poder, a toda costa, cambiando de socios a su antojo, en donde el fin justifica los medios, blanqueando cuando interesa blanquear, radicalizando cuando hace falta, o jugando al independentismo cuando sus votos son necesarios.
Pero le salió mal la jugada, más que mal, le salió totalmente al revés, porque lejos de hundirnos, nos ha dado el impulso para alzarnos y gritar “Socialismo o Libertad”. Y ahora más que nunca se hace más vigente la frase de Nietzsche “lo que no me mata me hace más fuerte”. Porque sin quererlo, le quitó la careta a Arrimadas y Ciudadanos, acabándose la sangría de votos hacia el centro, porque a partir de ahora todo aquel que decida votar a Ciudadanos, tiene que tener claro que lo hará a una formación política afín al Partido Socialista y Unidas Podemos, con los que pactó en la moción de censura fallida en Murcia. Y porque, a pesar de la mesa de la Asamblea de Madrid, las elecciones en la Comunidad van a demostrar que sólo un Partido Popular fuerte y unido, es la única manera de sacar de la poltrona a Sánchez.
Y España necesita más que nunca un Partido Popular capaz de liderar la salida de esta crisis, mundial, pero que Sánchez y su coalición se han empeñado en exacerbarla hasta convertirnos en el peor país de la OCDE, del mundo occidental, en manejar esta crisis. Porque el comunismo sólo puede reinar entre el hambre y la crispación, para repartir al pueblo miserias, colas y represión. Y sólo soscavando el orden constitucional por la puerta de atrás, puede el independentismo conseguir sus objetivos.
Y España necesita un Partido Popular fuerte, porque no somos enemigos de nadie y sabemos gobernar para todos; porque somos moderados, pero con las ideas claras, porque somos grandes gestores, y sabemos generar empleo y riqueza, porque en donde gobernamos o cuando hemos gobernado, la ciudadanía vive o ha vivido mejor, porque creemos en la libertad de elección y de libre pensamiento, y porque creemos y defendemos un marco constitucional que nos ampara a todos y en donde nadie está por encima de la Ley.
Hemos cometido errores de bulto, muchos de ellos de gran calado, que han hecho que se haya perdido gran parte de la confianza de la ciudadanía. Y el reconocerlos y asumir nuestro pasado, hayamos sido partícipes o no, es el primer paso para aprender de nuestros errores y asumir la posición y liderazgo del centro derecha que nos demanda la ciudadanía. Reconocer la historia del Partido Popular en lo bueno y en lo malo nos hará libres.
Sólo las políticas moderadas, basadas en el Estado de Derecho, en el Orden Constitucional, y en la estabilidad jurídica y social, nos pueden dar el marco necesario para la recuperación económica, y actualmente este Gobierno liderado por Sánchez e Iglesias, está muy alejado del mismo.
Por eso es el momento de decir hasta aquí llegamos, unámonos por y para la libertad, y para darle a la ciudadanía motivos para creer y argumentos para que sepan que hay otra opción en donde los derechos y libertades de los ciudadanos son nuestra carta de presentación, y la gestión por y para los ciudadanos nuestra razón de ser. Madrid, Andalucía o Galicia son claro ejemplo de ellos.
Sanchismo o Libertad!!!
Javier Pereira