Así lo establece el nuevo protocolo para la vigilancia y control de la covid-19 que el Gobierno Vasco ha acordado aplicar desde ahora en los centros sociosanitarios y que ha sido consensuado con las tres diputaciones forales y el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales.
Con el fin de reforzar la seguridad, el nuevo protocolo establece una especial vigilancia cuando la incidencia acumulada sea igual o mayor a los 300 casos por cada 100.000 habitantes en cada territorio histórico, tasa que se sobrepasa actualmente en las tres provincias.
Cuando se supere dicha tasa, a los trabajadoras de atención directa a residentes se les hará una PCR de cribado sistemático, que será semanal en el caso del personal no vacunado y quincenal para el vacunado.
Además, se aumentarán también las pruebas a los residentes cuando pernocten fuera del centro, de forma que serán sometidos a pruebas diagnósticas a la entrada en la residencia estén o no vacunados. Hasta ahora se hacía solo a los no vacunados.
Las instituciones vascas recuerdan que a pesar de que el avance de la vacunación ha reducido notablemente los casos positivos, no se ha eliminado totalmente el riesgo de contagio y, por lo tanto, «resulta necesario seguir adoptando medidas de precaución en los centros sociosanitarios». EFE
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