WWF considera «necesario modernizar la Ley de Aguas para lograr una revisión de las concesiones de agua a las compañías hidroeléctricas en toda España» y evitar que se especule con un bien público como es el agua.
Lo apunta el doctor en Biología por la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Programa de Agua de WWF en España, Alberto Fernández, en una tribuna en efeverde.com.
Fernández critica el reciente vaciado de embalses, como el de Ricobayo, en Zamora, que en apenas unas semanas bajó del 60% de capacidad a apenas un 11% o los gallegos de Belesar, Salas, Portas y Cenza, «dejando municipios sin agua, para producir energía a menor coste aprovechando la subida de la tarifa eléctrica» y que han supuesto la apertura de expedientes informativos por parte de las autoridades.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha abierto expediente a las empresas que gestionan embalses de cuencas hidrográficas del Duero, del Tajo y del Miño-Sil por el aprovechamiento hidroeléctrico que han realizado en esos pantanos en los últimos meses.
En su tribuna «El gran negocio de las hidroeléctricas con el agua» este ecologista, con casi un cuarto de siglo de militancia en WWF, señala que estas empresas y las administraciones deben entender que «los ríos no son una batería con un botón de encendido y apagado para poner en marcha las turbinas de un embalse» y que «los cambios bruscos de caudal y temperatura que generan tiene numerosos impactos sobre todo el ecosistema».
Y aunque «los caudales ecológicos son imprescindibles para proteger los ríos, humedales y acuíferos» y «existe la obligatoriedad de establecer caudales ecológicos en todos los embalses, las administraciones apenas garantizan una aplicación medianamente rigurosa en la práctica».
Reivindica también por ello, un cambio del modelo energético, de fijación de tarifas y lograr que en el año 2030 el 100 por ciento de la energía eléctrica final consumida en España provenga de fuentes renovables, pues «si no se cambia esta legislación comunitaria y mientras sigamos dependiendo de los combustibles fósiles, las hidroeléctricas van a seguir abusando con los precios».
Por ello, además de reclamar la modernización de la Ley de Aguas y revisar las concesiones a las hidroeléctricas en toda España, defiende sancionar su incumplimiento y reducir su volumen para «adaptarlas a las necesidades de la cuenca al completo, empezando por el abastecimiento a poblaciones y los ciclos naturales de los ríos».
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